Le queda una chance y Pincha

Estudiantes es un equipo perfecto. 12-12 en puntos, 9-0 en goles y mucha actitud. No luce, pero pega en los momentos precisos y si el rival de equivoca, a cobrar. Eso le ocurrió a Temperley, que dio pelea mientras pudo, pero falló y terminó goleado por 3-0.

El Pincha desniveló un partido que en su inicio presentó un trámite parejo y friccionado en la mitad de la cancha. Ante un rival que le propuso un juego de igual a igual en los primeros minutos, el local atacó con mucha gente y a los 20 tuvo su premio.

A la salida del tiro de esquina y con el manual de la vieja escuela, Viatri bajó de cabeza el envío aéreo y Schunke apareció por el centro del área, le ganó la posición a Aguirre y corrigió de cabeza para descolocar a Ibáñez.

El conjunto de Mayor sintió el golpe y dejó terreno fértil en defensa, que Estudiantes estuvo a punto de capitalizar con otro cabezazo de Schunke y cuando Auzqui, con tiempo y espacio para acomodarse, sacó un derechazo de media distancia que se estrelló en el travesaño.

En el complemento el Gasolero mostró buenas intenciones y hasta hubiese alcanzado el empate si a los 8, Vázquez corregía eficazmente debajo del arco un disparo defectuoso de Mancinelli, pero dos minutos el local le propinó un nuevo golpe y sumergió definitivamente las esperanzas del visitante.

Una salida en falso de Ibáñez en un centro desde la derecha en principio inofensivo puso de manifiesto el oportunismo de Auzqui para anticipar a Zárate y cabecear la pelota hacia adentro del arco.

La falta de recursos en ofensiva de Temperley posibilitó un tránsito tranquilo del León platense hacia el final de un partido cuyo resultado terminó de decorar a los 39 con un derechazo de Solari que se desvió en Zárate y dejó parado y sin posibilidad de reaccionar a Ibáñez.

Así, el Pincha mantuvo su andar perfecto y el Gasolero sumó una nueva frustración en la competencia.

Podio