Manu tiene la última palabra

Emanuel Ginóbili vivió una noche de emociones en el que pudo ser su último partido como profesional después de la derrota que San Antonio Spurs sufrió ante Golden State Warriors, por 4 a 0, en la final de la Conferencia Oeste de la NBA.

Ginóbili se retiró a dos minutos del final del partido, que terminó 129 a 115 en favor de los Warriors, y todo el estadio, inclusive las estrellas rivales Stephen Curry y Kevin Durant, se detuvieron para aplaudirlo y ovacionarlo.

El argentino e sentó emocionado en el banco de suplentes y aún ciando el partido continuaba el público todavía lo reconocía al grito de “Manu, Manu, Manu”.

El cuarto partido de la final de la Conferencia Oeste entre Spurs y Warriors pudo ser el último de una extensa trayectoria de Ginóbili, en la que ganó cuatro anillos de la NBA con San Antonio, donde lleva 15 temporadas, y una medalla dorada con Argentina en los Juegos de Atenas 2004.

En la conferencia de prensa post partido, Ginóbili comentó que se tomará entre “tres y cuatro semanas” para analizar su futuro deportivo junto con su esposa Marianela.

Cualquiera sea la determinación, expresó, resultará de una encrucijada “entre dos maravillosas opciones”.

“Jugar en la NBA, en un deporte que amo, o quedarme en casa y disfrutar de mi familia con más tiempo. No hay que ponerse triste”, afirmó.

Ginóbili pondrá a un lado de la balanza “las dudas” que le genera “jugar una nueva temporada larga” por la perspectiva de arribar a las instancias finales de la N’BA.

“Siento que puedo seguir jugando, obviamente con un rol limitado. En esta serie tuve más energía y le ayudé al equipo. Parecía que todos me ofrecían una noche de celebración”, sostuvo.

La “noche de celebración” que mencionó Ginóbili no solo tuvo que ver con la emotiva ovación cuando dejo la cancha, sino también porque el entrenador Gregg Popovich lo incluyó como titular.

“Trataré de convencerlo para que siga”, comentó Popovich a la prensa acerca del futuro de Manu, quien insistió en que su “decisión no estará” sustentada en su condición física o el aporte al equipo, “sino a otras realidades” más personales.

“Sabía que podía ser su último juego, no quería dejar pasar la oportunidad de que lo aplaudiera su gente, como pasó”.

Gregg Popovich, técnico de los Spurs, quiere que siga.

“Es un campeón. No queda otra cosa más que mirarlo y quererlo. Le dio mucho al deporte. Merecía la ovación”.

Curry, figura de los Golden, es fanático de Ginóbili.