Maxi y Yanina: el secreto de sus éxitos

Qué misterio hay detrás de estos dos atletas roquenses que vienen de repetir (una vez más) en el siempre difícil Tetratlón de Chapelco. Aquí cuentan por qué jamás se bajan del podio.

Pruebas combinadas

Hace algo más de 15 años atrás, la profesora de danza Yanina Ferroni un día se encontró de la peor manera arriba de un escenario. Mientras bailaba (lo hacía desde los 4 años), no se sintió cómoda con la forma y la imagen que reflejaba su figura (“parecía Robocop”). Dejó de bailar y entendió que debía provocar un cambio radical en su vida.

Al mismo tiempo el joven Maxi Morales ya empezaba a gestar su estilo multiganador. La leyenda del Correcaminos comenzaba a tomar forma, con el Tetra de la Manzana como su prueba emblemática.

El tiempo pasa y Maxi sigue siendo aquel. Yanina ya no fue aquella. O sí, aunque en una versión más ajustada al deseo de una profesora de baile que cambiaría para siempre los vestidos con volados por la malla de competición.

Hoy, estos dos atletas roquenses son las siluetas recurrentes que cortan la cinta de llegada de casi toda competencia combinada que se dispute en estas latitudes. En los últimos días fue el siempre difícil Tetra de Chapelco, disputado este año bajo condiciones climáticas mucho más exigentes que en otras ediciones. No lo fue para Maxi y Yanina, quienes en un rodeo ajeno con abundante nieve y lago embravecido, volvieron a ganar. Una vez más.

Ferroni ya lleva cinco ediciones consecutivas, y es por eso que una enorme copa de campeona ya quedó definitivamente en su poder. Para atesorarse la actual, le alcanzará con ganar el año que viene. A Maxi también. La base del trofeo que ostenta orgulloso al momento de la charla ya tiene tallado su nombre por duplicado.

¿Cómo es posible que en condiciones no habituales para ellos, puedan superar a atletas locales que corren prácticamente en el patio de su casa?

Lo explica Yanina: “Es cierto que nosotros nos preparamos muy bien para este tipo de pruebas, pero ellos (los competidores locales) la verdad que tienen que lidiar con el clima. Y hay veces que no les llueve un poquito, son días enteros diluviando. O nevando. En estos casos no les queda otra opción que pedalear en una bici in door. Siempre lo digo: nosotros contamos con una geografía y un clima insuperable para hacer deporte. Podemos usar una campera más o una menos, según la estación, pero en general nos preparamos en buena parte del año”.

¿Eso es todo?

“Claro que no, entrenamos muchísimo para poder estar ahí arriba. Llueva o truene nos vas a ver entrenando. Aquí nadie duerme la siesta”, acota Ferroni, quien a los 30 años aprendió todo junto: a remar, a andar en bici y a correr.

Maxi ya sabía desde mucho antes los secretos de cómo ser un atleta de elite. Sin embargo jura que hoy con 40 años es mucho más veloz y completo que cuando tenía 20. “Tengo mis registros y es así. La vigencia es lo que te permite estar cada año más fuerte, conocer cada día más los secretos de la competencia y eso hará que tus rivales estén preocupados por tu rendimiento”, cuenta Morales sobre las razones de su permanencia en la elite y su supremacía sobre atletas más jóvenes. En el último Chapelco, su escolta fue el sanmartinense Facundo Quiroga (28 años), a quien le sacó más de tres minutos.

La conducta deportiva es la característica destacada y en común de estos dos atletas que desafían calendarios. La arquitectura de su éxito tiene sus cimientos en el trabajo, la dedicación y la competitividad . Y saben que, aunque develen sus secretos para triunfar, la llave del éxito siempre habrá que buscarla en la pasión.

Maxi en

primera persona

Se quedó con el Tetra del Chapelco por primera vez en 2002, a pesar del esquí y la bravía del Lácar. “Cuando vos estás en tu zona conoces detalles técnicos y es clave.En Chapelco es muy difícil, para todos y más aún para nosotros. A mí me costó 6 ediciones adaptarme. Conocer a tus rivales es vital. Ahora está todo muy finito, se gana por detalles”.

Yanina

textual

Cuando Ferroni comenzó a remar en el 2002 no podía dominar el piletón de Apycar. En Chapelco, 15 años después, salió 3ª del agua entre todos los participantes. “Somos tenaces, tengo claro que sin entrenamiento no hay resultados. Haber hecho danza de chica me dio equilibrio en el bote”.

El pedido eterno

de una pista para Roca

En pruebas combinadas, los deportistas roquenses siempre se han destacado y buena parte de la explicación es la diversidad para la disciplina que da el área protegida de Paso Córdoba. “Es ideal para entrenar, es como nuestra pista de atletismo… que en realidad no tenemos”, claman a dúo Maxi y Yanina. “Los profes marcamos 400 metros en todos lados, porque no tenemos pista”, apunta Ferroni.

“En todas las pruebas atléticas de cualquier naturaleza, siempre hay deportistas nuestros. ¿Cómo puede ser que no haya una pista de atletismo?, agrega Morales. “De política no entiendo demasiado, pero creo que es algo a solucionar y pronto. Nosotros estamos acostumbrados a marcar en cualquier lado, pero a los chicos los tenés que incentivar y necesitan infraestructura”.


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