“Sueño con correr el Tour de France”

Ciclismo

A pesar de su corta edad, Franco Orocito tiene sus objetivos bien claros. No se vuelve loco pero sabe que con mucho esfuerzo, trabajo, dedicación y talento esta cerca de cumplir su sueño: ser un ciclista profesional de alta competencia.

Con apenas 18 años, el joven roquense es uno de los máximos exponentes regionales del deporte pedal y su futuro es más que prometedor.

“Si todo sale bien, el año que viene voy a estar compitiendo de manera profesional en Italia”, explicó Franco.

Su pasión por el ciclismo arrancó desde muy chiquito: “a los 11 años empecé a andar en bici pero lo tomaba como un hobby. Hasta que vi que se podía competir. Tres años después participé de mi primer carrera y no paré más”.

Acompañado por su tío, Alejandro Gallegos, tuvo su primer experiencia a los 14 en una prueba de mountain bike.

“Mi primer competencia no fue buena, sufrí mucho. Pero de a poco fui mejorando y la tercera vez pude ganar en mi categoría”, contó Orocito.

Sus primeros pasos no fueron fáciles. Tuvo que aprender sobre alimentación, mejorar sus técnicas de entrenamiento y siempre competía con una bicicleta prestada.

“Al principio entrenaba solo, tratando se superarme a mi mismo, de hacer mejores tiempos y exigirme más. Después llegaron los entrenadores. Primero fue Cristian Ranquehue, luego Carlos Heredia y a partir de ahí seguí con Cristian Maricán, quien actualmente es mi entrenador. De todos aprendí mucho”, indicó.

Luego de varios años compitiendo en mountain bike, decidió cambiar al ciclismo de ruta, porque en esa disciplina había mayores exigencias.

Ahí llegó la explosión de Franco. Sus buenos resultados hicieron que varios entrenadores posen sus ojos sobre él y gracias a su excelente actuación en los Juegos de la Araucanía de 2016 le llegó la oportunidad de cruzar el charco.

“Mi entrenador (Maricán) tenía un contacto en Europa y gracias a él tuve la chance de probarme en un equipo de Italia, durante tres meses”, explicó Orocito.

En el Viejo Continente la rompió. Tuvo excelentes actuaciones y sorprendió a los entrenadores locales. Incluso llegaron a consultarle si tenía pasaporte italiano para que puede ser parte de la selección de aquel país.

“Me habían dicho que iba a ser muy difícil, que me iba a tener que acostumbrar a abandonar y a llegar atrás muchas veces. Por suerte no fue así y en la gran mayoría de las competencias siempre estuve en el lote de punta”, recordó Franco sobre su experiencia en suelo italiano.

Gracias a esos tres meses de mucho trabajo en suelo europeo se ganó la oportunidad de convertirse en profesional.

“No me esperaba que todo se dé tan rápido. Voy a pasar de juvenil a profesional de manera directa. Es un salto de calidad muy importante”, agregó orgulloso.

En la próxima semana, si todo sale bien, Orocito estará firmando su primer contrato como profesional y será parte de un equipo importante de Italia, con el que en junio estará participando del Giro de Italia Sub-23.

“Allá voy a codearme con los mejores del mundo y voy a tener la oportunidad de seguir mejorando. Mi sueño es poder competir en alguna gran vuelta, ojalá pueda ser parte del Tour de France algún día”, comentó esperanzado.

Trabajando a pulmón, con la compañía y el apoyo de su familia el año que viene será parte de un equipo profesional. La esperanza de llegar a la elite está intacta. De a poco va cumpliendo sus objetivos. Con mucho camino por recorrer, Franco se ilusiona con poder cumplir su sueño.

Un dato

para tener en cuenta

“Mi hermano (Federico de 14 años) también corre. Está motivado y espero que en un futuro podamos ir juntos para Italia”.

“Mi familia por suerte me acompaña mucho en todo esto, es un deporte que requiere mucha dedicación y ellos me ayudan mucho”.

Franco destacó mucho la importancia de tener a su familia bien cerca.