Superliga: River no gana, no gusta… y tampoco liga

Con un pésimo arbitraje de Baliño, que lo perjudicó en dos goles, y un rendimiento que tampoco lo hizo merecer mucho más, River (19) igualó 2-2 ante Godoy Cruz (28) en El Monumental.

Sobre los 6, llegó el primer aviso de peligro del local. Un centro pasado encontró a De La Cruz entrando sólo por el segundo palo, pero el remate dio en el poste.

Cerca del cuarto de hora, Montiel falló en un despeje sobre la banda derecha y la pelota quedó cómoda para la contra. Garro tocó con García, el Morro bancó y metió una pelota filtrada y el extremo del Tomba le comió la espalda a Montiel para definir cruzado y poner el 1-0.

A los 16 hubo una gran polémica cuando Pratto ingresó al área y Abecasis lo tocó en un costado. El Oso cayó y Baliño no compró, pero El Monumental estalló en un grito de bronca.

Sobre los 24, el encargado de estirar la diferencia fue el Morro García. El delantero recibió (en claro offside) de parte de Garro y definió de emboquillada por encima de Armani. 2-0 y a cobrar.

River no se bajó de la pelea y tuvo su merecida recompensa. Fue sobre los 38, cuando un tiro libre rápido en mitad de cancha encontró a Quintero. Juanfer tocó con Pratto, y el Oso metió un taco precioso para que Mora ingrese sólo al área y estampe el 1-2.

El empate llegó recién en el arranque de la segunda etapa. Sobre los 5 minutos, De La Cruz recibió una linda pelota de Mora, desbordó y lanzó el centro atrás; y fue Lucas Pratto quien entró sólo por el centro para marcar su primer tanto en el Millonario y dejar las cosas 2 a 2.

A los 35 llegó otra polémica: Maidana cruzó justo en un mano a mano, quiso rechazar y cuando Armani agarró la pelota, Baliño sancionó pase al arquero. Un papelón del referí. Aún así, el remate se fue alto y todo siguió igual.

Maidana tuvo la chance del 3-2 en tiempo extra, pero su cabezazo se fue rozando el travesaño.

De ahí al cierre no pasó mucho más. Antes, si: entre los errores propios y la mano negra de Baliño, el Millo perdió otra chance.

El Oso volvió a gritar fuerte en su país