Volvió el fútbol, pero aquí no ha cambiado nada

Aparecieron los millones y la pelota volvió a rodar después de 80 días, pero nada cambió en el fútbol argentino. A la AFA la manejan los mismos y la lista de consenso que se perfila para la Asamblea del 29 no viene con aires renovados. Todo lo contrario.

Hasta la fecha de la cumbre hay tiempo para mejorar algunos aspectos, pero el retorno de la actividad dejó un par de esas pálidas que parecen imposibles de archivar.

Banfield, necesitado de ingresos, aceptó público visitante para su partido ante Boca. El público Xeneize agotó las 7.500 localidades, pero aparentemente el número fue mayor y no hubo tragedia de milagro. En el primer gol de Benedetto hubo una avalancha que terminó con una decena de hinchas heridos. Y en el corazón de la hinchada, Rafael Di Zeo, Mauro Martín y sus laderos se mostraron, muy cómodos, con mucho espacio alrededor.

En lo deportivo, un minuto antes de ese grito del 9 de Boca, le anularon el 1-0 al Taladro por una posición adelantada de Cvitanich que no existió.

Está claro que el fútbol volvió, pero nada cambió. Y para completarla, otra perlita. Talleres-Independiente se suspendió porque el Kempes todavía no está listo. Es una tomada de pelo, en una ciudad como Córdoba que tiene varios escenarios alternativos. La T no hizo fuerza para jugar y en el Rojo vieron con buenos ojos una semana más de trabajo, en una pretemporada que empezó ¡el 6 de enero! Insólito.

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