Del barrio al mundo, con una pelota

Llegó a la pantalla grande la historia de Argentinos Juniors, que retrata la pasión por la esencia del fútbol y las vivencias desde sus orígenes de estrellas como Maradona, Redondo, Borghi y Pekerman.

BUENOS AIRES (ABA).- Un equipo de barrio, emblema de la pelota bien tratada, campeón del fútbol argentino (tres veces) y de la Copa Libertadores y finalista de la Copa Intercontinental. Todas esas particularidades reunidas en Argentinos Juniors generan un atractivo especial para que “Bichos criollos” haya sido llevado al cine.

La asistencia a una función común deparó una primera sorpresa: la concurrencia. Una mujer al divisar la fila que rodeaba la esquina del cine General Paz en Belgrano soltó sorprendida: “¿Qué dan acá?”. Todo un dato que se hayan agotado las entradas para ver un documental futbolero.

Adentro, el público vibra ante cada escena (un “aplausómetro” en la noche en que asistió este cronista arrojó que el protagonista más festejado fue Claudio Borghi).

“Río Negro” conversó con el productor del filme, Víctor Tujschinaider, quien entre otras cosas consiguió un testimonio muy especial: el de Diego Armando Maradona en la misma cancha de la Paternal que lleva su nombre.

Víctor, ¿cómo nació la idea de llevar al cine la historia de la Asociación Atlética Argentinos Juniors?

–Hace cinco años conocí a Diego Lombardi (el director) y empezamos a reunirnos; yo contaba con muchas imágenes, él consiguió numeroso material de archivo y fuimos sumando entrevistas.

–La más complicada habrá sido la de Diego Maradona…

–A Maradona lo conozco desde hace mucho tiempo. Lo difícil era traerlo al estadio en un ambiente tranquilo. Un día me dijo “Dale, lo hacemos”. Sólo sabían el intendente de la cancha y el presidente del club. Diego evoca cómo era el viaje ida y vuelta a entrenar con dos compañeros desde Villa Fiorito, su debut en primera a los 15 años, sus sueños y su evolución hasta consagrarse.

–¿Cuál es la particularidad de Argentinos, que se lo ha definido como un equipo “grande entre los chicos y chico entre los grandes”?

–Por un lado, a sus inferiores se las llama “semillero del mundo”, a los chicos se les enseña el buen trato de pelota, hay toda una filosofía de jugar al fútbol (N. de la R.: Francis Cornejo, el formador de Maradona, recuerda cuando lo conoció; Néstor Pekerman se refiere al espíritu de juego que mamó y forjó en sus discípulos, Redondo apunta a cómo cambió la concepción del volante defensivo). Aunque Argentinos a veces no consiga jugar bien –porque no siempre se puede– hay una tendencia: cuando la hinchada canta “Los Globetrotters de La Paternal” es porque se está jugando como quiere la gente.

–¿La hinchada de Argentinos tiene algo especial?

–En un punto es como todas, yo preferiría hablar del hincha que respira fútbol inmerso en un barrio tanguero y futbolero.

–Junto a Maradona, ¿a quién ponés en el podio?

–Creo que hay un póquer de ases en Argentinos: Maradona, Borghi (campeón como jugador y DT), Sergio Batista y Fernando Redondo (consagrado en Europa).

–¿Son los máximos ídolos?

–Sumaría a Juan Pablo Sorín y a Esteban Cambiasso; la afición les reconoce como plus que son hinchas.

–¿Qué frase destacás de la película?

–El Negro Fontanarrosa sostenía que la relación atildada con la pelota en Argentinos es un sello de fábrica. También me gustó la referencia de Carlos Carella (actor fallecido) a la identificación con el barrio, con los amigos, con un sentido de pertenencia que también tienen clubes como Ferro y Huracán.

–De los directores técnicos, ¿cuáles fueron los más destacados?

–Ángel Labruna llevó a jugar a Argentinos de una manera que después se plasmó en títulos con (Roberto) Saporitti y (José) Yudica. Chiche Sosa fue siete veces técnico… hay muchos nombres… el Tano Trigilli, Victorio Spinetto, Correa o Fandiño en los 50 y 60… todos hicieron brillar a la institución.

–¿Fue la final de 1985 con la Juventus de Michel Platini el máximo logro internacional?

–Sí, se expresó en toda su dimensión la manera de sentir nuestro deporte (fue empate en tiempo suplementario y el equipo de Turín se impuso por penales). Hubo tres campeones sin corona: Hungría del 54, Holanda en el 74 y ese Argentinos.

–¿Cuál es el atractivo de la película para quien no es hincha de los bichos colorados?

–Les gusta mucho a los futboleros. Habla de Argentinos pero podría ser de cualquier otro club.

Un barrio que juega al fútbol, defendiendo un estilo más allá del resultado, es como una última “resistencia” en tiempos de la aldea global. Algo así piensa uno cuando se levanta de la butaca.

Claudio Ravini


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