Buenas noticias y reiteradas promesas

Extenuado, al oficialismo le llegó la reanimación con el plan Castello, puntualmente con los recursos de los bonos en dólares. La economía resuelve gran parte de los bretes políticos. O, por lo menos, aquieta los traqueteos.

Ese estímulo se advirtió cuando Weretilneck reunió a su dirigencia y promovió una exclusiva mirada al futuro, enmascarando toda diferencia reciente. Su vice Pedro Pesatti y los otros que hablaron fueron en similar dirección. Muchos callaron. Hay prioridades y necesidades que exigen apartar cualquier dinamita.

“Algo nos pasó si el gobernador y el vice no se hablaron en dos meses”, introdujo Ricardo Arroyo, acercando cierta sinceridad. Esta semana, Weretilneck inició –lentamente– el deshielo de su vínculo con Pesatti. Igual, nada será como antes.

El gobernador silencia toda proyección de Juntos. Eso genera suspicacias. Analizan más lo que esconde que lo que dice. No enterró su pretensión de re-reelección, especulan.

En Casa Rosada acumulan mayor información. Allí, Weretilneck ya desterró su continuidad y su relato –entre otros, al ministro Rogelio Frigerio– tuvo un ingrediente adicional: incluyó en igual impedimento constitucional a Pesatti. Todo un dato.

¿Exposición real o distracción? Acercó –como mínimo– el mensaje no reeleccionista deseado por el macrismo y, además, nutrió la expectativa de un andar conjunto. La variante provincial para el 2019 posiciona al roquense Alejandro Palmieri, e ilusiona al barilochense Carlos Valeri en la vice.

Aún así, Weretilneck se entusiasmó con los recursos del Castello y no pierde de vista su ensueño. Esa disponibilidad equivale a cuatro masas de la renegociación petrolera, que tanto usufructuó políticamente en el 2015. Se advierte que estas obras –cloacas, gasoductos y redes eléctricas– no tendrán iguales impactos sociales. Pero el gobernador se prepara para demostrar lo contrario.

El peligro subsiste en la cotidiana administración, desprovista de fondos para los servicios esenciales y forzada a cambios en el Estado por el reciente pacto fiscal. Ya alejado de la exaltación de los bonos del Castello, Economía completó el cronograma salarial con un adelanto de Nación de 400 millones y apunta diseños para los aguinaldos, que se encaminan a seguir con la emisión de letras.

El presupuesto 2018 –que será elevado mañana o el martes– introducirá la posibilidad de otro bono y conseguir un financiamiento de su deuda a mayor plazo cuando las letras vencen en el año. Los pasivos por títulos en el 2017 rondan los 4.000 millones, con un alza del 226% en relación al 2016.

Un cambio tendrá la partida personal: aparecerá una pauta salarial, que sería del 15%, fiel reflejo de la estimación inflacionaria nacional. Hasta ahora, Economía no incluía subas en sus presupuestos y quedaban libradas a las paritarias. Su cumplimiento se violentará en las discusiones gremiales. Weretilneck se repite en el compromiso de la revisión de la partida salarial, entonces se entusiasmó con un plan de retiro anticipado, que alienta el gobierno nacional y ofrece financiamiento.

El gobernador prometió y anunció el congelamiento de cargos, pero deberá trastocar la realidad porque está cerrando el ingreso –con contratos– de casi 500 becados, según negocia con UPCN y ATE. El ministro Nicolás Land ultima el texto del decreto, pues deberá formalizarse este año para reservarse así una excusa en los tiempos.

Asoma una traba porque los gremios resisten que el presentismo integre la estructura salarial. El titular de ATE, Rodolfo Aguiar, pulsa con el secretario de Trabajo, Lucas Pica; mientras su par de UPCN, Juan Scalesi, trata con el ministro Luis Di Giacomo. Aquel dirigente parece más cerca de un entendimiento, mientras el upeceísta prevé un encuentro esta semana con Weretilneck para resolver. Scalesi está molesto con varias cuestiones, y podría dejar solo a ATE en la firma en Casa de Gobierno. Semejante rareza despuntaría otra época.

Weretilneck

ya dispone

y se ilusiona con los fondos del plan Castello, que equivalen a cuatro montos de la renegociación petrolera.

El problema

radicará en las exigencias del pacto fiscal, y el gobernador se aferra a un plan de retiros para la contención de la partida salarial.

Datos

Weretilneck
ya dispone
y se ilusiona con los fondos del plan Castello, que equivalen a cuatro montos de la renegociación petrolera.
El problema
radicará en las exigencias del pacto fiscal, y el gobernador se aferra a un plan de retiros para la contención de la partida salarial.

Temas

Río Negro

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios