Cómo evitar el infierno temido

Panorama de Neuquén

Nubarrones en las finanzas se despliegan en la provincia. Un pronóstico que pocos quieren escuchar, y los que le prestan atención advierten que es necesario dar muestras de acercamiento al gobierno nacional para evitar que el pacto sellado entre votantes y votados se rompa como en la novela “El infierno tan temido” de Juan Carlos Onetti.

Se presentó el proyecto de presupuesto para el año próximo y se calculó el precio del barril de petróleo en 63 dólares. El ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, anda buscando apoyo a su plan para igualarlo al precio internacional que el viernes cerró a 46,80. Si el precio baja, bajan las regalías que recibe Neuquén, por un lado, y por el otro pierden incentivo para realizar inversiones las empresas petroleras y la consecuencia inmediata es la pérdida de empleos.

Todos los actores están con el Jesús en la boca y nadie se atreve a dar un paso porque puede ser fatal.

La economía neuquina se acomodó a la explotación petrolera y las actividades conexas deben bailar al mismo ritmo. Se estima que Neuquén tiene poco más de 610.000 habitantes con un presupuesto de 52.000 millones de pesos. Al sólo efecto comparativo se puede mencionar que Chubut con más de 556.000 habitantes elaboró una previsión de poco más de 40.000 millones de pesos; ni hablar de San Luis que orilla los 476.000 habitantes con 22.000 millones de gastos y Mendoza con 1.886.000 habitantes con poco más de 66.000 millones de pesos.

El pacto que tiene el partido provincial con la sociedad es que el que gana consigue los fondos para mantener la estructura y acompañar la inflación con el tercio de la mano de obra que es empleada directamente por la administración provincial. No está bien ni mal, es así.

En la gestión anterior el gobernador Jorge Sapag se las ingenió para firmar contratos de concesión nuevos con las empresas petroleras que le dieron una bocanada de oxígeno financiero para mantener el pacto con la sociedad neuquina que se había deteriorado severamente con Jorge Sobisch. Después ensayó la obtención de dinero mediante la emisión de deuda. Lo que no se tocó es la relación con el gobierno nacional, ni un sí ni un no, al menos públicamente, aunque por lo bajo se conocían los desacuerdos.

Omar Gutiérrez empezó de lujo su relación con el gobierno de Mauricio Macri: obtuvo un mejor precio del gas, con las idas y vueltas del tarifazo; le dieron adelantos de coparticipación y un libro enorme de promesas en cuyo índice figuraba un capítulo sobre Chihuido. Al ser un gobernador no Pro lo tratan bien, por las dudas. El neuquino sabe que debe dar muestras de fidelidad, como fue el apoyo a la reforma política, y ahora también se animó a pelear batallas ajenas como la paritaria docente.

Estornudo político

Un párrafo aparte merece el remezón que hubo en el bloque de diputados del MPN, el oficialismo, en la Legislatura provincial. El sector identificado con la figura de Jorge Sapag expuso públicamente la distancia que lo separa del presidente del cuerpo, del bloque no de la Legislatura, en torno a la reforma política. ¿Qué pasó en realidad? Una fuente dice que el presidente del cuerpo Mario Pilatti decidió retrasar el tratamiento de la reforma por indicación “de más arriba” para no ser más macristas que Macri y esperar, al menos, que la versión nacional tenga tratamiento definitivo en el Congreso nacional.

Otra fuente dice que “la nueva política de la mano de la nueva generación” quería otros cambios que no fueron apoyados por Pilatti y generó una disputa en medio de unas merecidas vacaciones del vicegobernador Rolando Figueroa. El esquema de la división para sobresalir es una marca registrada de Sapag.

La integración de la lista de diputados y los trillizos de aliados no responde en forma ciega al gobernador Gutiérrez, aunque, claro, cuando se agrieta el pacto con la sociedad se unen sin chistar.

La relación con el gobierno nacional tuvo un capítulo aparte con la opinión contra la paritaria nacional que, para Neuquén, resulta simbólica.

Los nubarrones con el precio del barril de petróleo en las finanzas provinciales crean incertidumbre sobre el gasto “petrolero” previsto para el 2017.

Datos

La relación con el gobierno nacional tuvo un capítulo aparte con la opinión contra la paritaria nacional que, para Neuquén, resulta simbólica.
Los nubarrones con el precio del barril de petróleo en las finanzas provinciales crean incertidumbre sobre el gasto “petrolero” previsto para el 2017.

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