Contingencias sindicales

Panorama de Río Negro

La superficie gremial sufre una conversión y Weretilneck visualiza –con preocupación– ese cambio.

Las contrariedades aquejan a sus aliados.

UPCN pierde terreno. Los favores oficiales al dominio de Juan Carlos Scalesi ya no alcanzan. Existe demasiado reposo. El gremio sufrió una fuerte sangría con la fractura interna y mellan los vacíos upeceístas generados en los municipios con la salida de Jorge Zapata, hoy líder del Sepurn. Allí el notable progreso de ATE, bajo el liderazgo de Rodolfo Aguiar. La insignia de esa organización siempre fue la activa protesta, pero su propasada furia entumece su evolución. Y dinamita cualquier vía con el gobierno.

Otros problemas tiene el diputado oficialista Héctor López, el histórico mandamás del gremio frutícola. A las causas judiciales originadas por las irregularidades de su organización se sumaron las impugnaciones por la reciente elección que le permitió seguir mandando después de más de una década.

Pero ya nada es igual. En el 2011, la mesa sindical, que pivoteaba López, llegó al poder provincial con el FpV de Carlos Soria y Weretilneck. El armado gremial se quedó con Trabajo, inicialmente ubicando a Luis Troncoso y, después, ascendiendo a Miguel Contín cuando aquel se fue.

Weretilneck sostendrá sus ataduras con López pero, tampoco, renegará de otros canales. La semana pasada, la CGT lanzó su reunificación, previéndose para agosto la elección de las cabezas pero ya todo se inclina a la continuidad de Rubén Belich, un archienemigo del frutícola López. La prioridad de aquel está en juntarse con el gobernador y éste le cumplirá ese deseo en los próximos días, con un avance realizado por Scalesi.

La irrupción pública de la CGT embarulló a la mesa sindical y al secretario Contín, quien sostiene –con un llamativo desparpajo– la representación de la autoridad laboral y el gobierno de su gremio de la Sanidad (ATSA). Aseguran que llega a firmar convenios por esa organización. Igual, su actual complicación saltó por otro lado: la presencia de su adjunta, Gloria Ovejero, en el cónclave cegetista de Belich, caracterizado por las críticas a López y la labor en Trabajo de Contín. Así, emergen las contrariedades del soporte sindical del oficialismo.

La Unter no será hoy punta de un conflicto contra el gobierno. La ministra Mónica Silva ayudará, ya que aminorará su reciente empeño en el control médico para bajar las licencias. Weretilneck no se resistirá porque la presión cedió con los últimos resultados financieras. Economía embolsó este viernes unos 325 millones de pesos por la colocación de letras y prevé vender una suma similar en agosto.

Además, desde julio, Nación aplicará el programa de restitución a las provincias del 15% de la coparticipación retenida. El cálculo nacional consigna para Río Negro un aporte de 1.071 millones de pesos para el 2016, entre una devolución plena (357 millones) y préstamo a cuenta (714 millones). Esa disponibilidad quedará en 950 millones netos, descontada la coparticipación para los municipios, que crecerá ya que el gobernador decidió ofrecer la porción del crédito a los intendentes y repartir la totalidad de aquellos ingresos.

El rumbo financiero no está salvado, pero estos recursos despuntan un alivio provincial. Pero otro apremio recayó en Río Negro y consiste en la desaforada suba del servicio de gas en la Patagonia. La inicial reacción emergió en Bariloche y el intendente Gustavo Gennuso lideró esa rebelión. Nación –rápidamente– supo del ajetreo. Ese mismo día, el ministro Rogelio Frigerio se juntaba en Córdoba con los gobernadores y le prometió allí a Weretilneck que se revisaría ese tema mientras transmitió las quejas por expuestas censuras de Gennuso. El mandatario rionegrino se ocupó y el jefe andino se llamó al silencio. Aquel se sumó enseguida a la protesta por el alza del gas pero amortiguó el impacto al gobierno nacional. Siempre pondera su vínculo con el poder central. Pragmatismo natural.

Las organizaciones aliadas están devaluadas por fracturas o complicadas por factores externos, y el gobierno repasa esos lazos políticos.

El rumbo financiero de Río Negro no está salvado, pero los últimos recursos garantizados son un alivio. Silencio provincial por el tarifazo del gas.