El cambio comienza con la purga policial

Panorama de río negro

La gravedad del crimen del policía Lucas Muñoz es tan grande que sumió al gobierno, si no en parálisis, al menos en un estado de análisis permanente de la situación. Alberto Weretilneck hizo todo lo posible en los casi cinco años que lleva en el gobierno por mostrar su repetida presencia en Bariloche como un gesto hacia una ciudad que vive confundiendo la política provincial con su agenda autónoma. Pero tuvo una actitud que molestó hasta a los propios: el día en que el cadáver del oficial apareció en un descampado, el gobernador estaba en la ciudad y decidió irse.

Desde Viedma tuvo fuertes definiciones (habló del crimen como “un mensaje de poder”, de mafias, e insistió en la extraña reacción de los camaradas de Muñoz) pero tardó una semana en regresar a Bariloche. Es prematuro para evaluar si la ciudad más poblada de la provincia, que el año pasado le dio más del 55% de sus votos, mantiene su apoyo al gobernador, pero hay algo que es seguro: el gobierno ya lo sabe porque suele tener consultoras para medir esas cosas.

El hallazgo del cadáver de Muñoz coincidió con la visita de una misión de diputados del Pro, que recorrió Invap y el Centro Atómico, además de navegar por el Nahuel Huapi, junto al anfitrión, Sergio Wisky. Lo que no trascendió es que también estuvo en el mismo momento en la ciudad el secretario de Gestión y Articulación Institucional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Carlos María Pedrini. “Recorrimos los barrios del Alto de Bariloche‬ y trabajamos con más de 200 familias”, escribió la ministra Carolina Stanley en las redes sociales.

El actual gobierno nacional, como el anterior, le teme al estallido social en Bariloche. Los saqueos del 2012 y el efecto dominó en todo el país son una postal que nadie quiere repetir. En los próximos meses Nación desplegará en la Pampa de Huenuleo acciones e inversiones para que mejoren las condiciones de vida en la zona más compleja de la ciudad.

En definitiva, fue en esa zona donde secuestraron y apareció muerto el policía Muñoz, y también Micaela Bravo, de cuyo crimen no se sabe absolutamente nada.

Nuestras Malvinas es uno de los barrios de ese sector. El presidente de la junta vecinal es Sergio Herrero, que no es pobre como los que viven a su alrededor, sino un comerciante del rubro turístico, con un complejo de cabañas. La semana pasada ese complejo fue allanado a pedido de la familia de Muñoz. En algún lugar estuvo cautivo y creen que podría ser allí.

A esta altura, en la Justicia, en la Policía y el gobierno no se duda de que el narcotráfico está detrás del asesinato. El ministro de Seguridad, Gastón Pérez Estevan –que fue ratificado por Weretilneck después de la ola de pedidos de renuncia–, tiene en carpeta la creación de una secretaría de narcocriminalidad. Enviará un proyecto de ley a la Legislatura.

Pérez Estevan estuvo el miércoles con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que le ofreció el envió de fuerzas federales para prevenir el delito en Bariloche, en medio de una purga en la Policía rionegrina que llegará hasta los suboficiales. En los hechos ya hay efectivos de la Federal y la PSA en las calles de la ciudad.

Es muy probable que la idea de la nueva secretaría (y las promesas de envíos de fondos y equipamiento) provengan de la propia Bullrich.

Funcionarios del gobierno observan que muchos comisarios y subcomisarios se mostraron, en las primeras horas de la desaparición del policía, más preocupados en borrar huellas que en buscar al oficial. Y por eso la purga. “La maldita policía no se elimina porque siempre se reproduce”, se escuchó en reunión de gabinete cuando se analizaron estas medidas.

Cada año llegan a Bariloche 120.000 jóvenes de entre 15 (los uruguayos) y 18 años, en un negocio que factura entre 250 y 330 millones de dólares por año. Además llegan miles de turistas que, con una diversidad que va desde la altísima gama hasta los hostales y campings, buscan en Bariloche experiencias tan disímiles como el deporte extremo, el descanso, el riesgo y la diversión. Como se ve, el mercado es enorme, incluso para la venta de droga.

El gobierno de Weretilneck impulsará la creación, por ley, de una secretaría de narcocriminalidad. El apoyo de Patricia Bullrich y la entrada de las fuerzas federales.

Las cientos de miles de personas que llegan todos los años a Bariloche transforman la ciudad más poblada de Río Negro en un centro de alto consumo de drogas.

Datos

El gobierno de Weretilneck impulsará la creación, por ley, de una secretaría de narcocriminalidad. El apoyo de Patricia Bullrich y la entrada de las fuerzas federales.
Las cientos de miles de personas que llegan todos los años a Bariloche transforman la ciudad más poblada de Río Negro en un centro de alto consumo de drogas.

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