El costo de la nueva escuela secundaria

Es al menos decepcionante que una reforma de la escuela secundaria como la que encaró el gobierno provincial el año pasado haya tenido que aplicarse donde se aplicó, tan a la fuerza, con ese enfrentamiento del gobierno con el gremio, del gremio con sus afiliados, de docentes con docentes y de sectores internos de Unter entre sí.

Las chicanas dominaron las discusiones y, ya se sabe, cuando se echa manos a esta dialéctica quedan heridos el análisis político y el pensamiento profundo.

Se hace sumamente arduo bucear entre las declaraciones y los documentos para tratar de entender de qué se trata la nueva escuela porque, además, los jóvenes estuvieron una jornada completa en las escuelas (sólo en Bariloche) recién el jueves pasado, diez días después de la fecha fijada originalmente para arrancar las clases en las secundarias este año. La semana estuvo además signada por la enorme movilización que le metió más presión que nunca al gobierno de Mauricio Macri para que llame a una paritaria docente nacional.

¿Cómo es la secundaria que comenzó a pensar Marcelo Mango cuando era ministro y amigo personal del gobernador Alberto Weretilneck y que continuó su sucesora Mónica Silva? Una escuela nueva, moderna, que piensa en procesos de enseñanza-aprendizaje más próximos a los jóvenes y que elimina los restos arcaicos de una escuela para la clase media que no da respuesta al ingreso de las clases sociales más bajas, históricamente excluidas, a partir de la obligatoriedad.

No debe ser sencillo adaptarse a cambios tan profundos.

Está claro que la transformación la tienen que encabezar trabajadores malpagos, la mayoría de los cuales llegaron hasta allí porque estudiaron, hicieron una carrera terciaria o universitaria y muchos de ellos obtuvieron postítulos.

El ofrecimiento de mejora salarial del gobierno provincial ni se acerca a las pretensiones de los maestros y profesores. Weretilneck dice que es tiempo de ajuste, pero la combinación podría ser fatal y hacer tambalear el éxito de la nueva secundaria.

La reforma precisa un cambio profundo para entender que cada estudiante tiene su tiempo y su modo de aprender. Es tiempo de mucho estudio y la carga horaria, aunque lo contempla, no es suficiente.

Nadie repite

“La repetición de curso es una práctica pedagógica ineficaz en términos de alcanzar los objetivos que se propone. Es más, la evidencia sugiere que en el corto plazo podría tener efectos negativos en el rendimiento académico, afectando de manera heterogénea a los alumnos”, sostiene un estudio de Álvaro Choi, María Gil, Mauro Mediavilla y Javier Valbuena publicado por el Institut d’Economia de Barcelona. Habría que añadir que la repitencia genera fracaso y estigmatización.

En las ciudades donde se aplica la reforma (Cipolletti y Viedma quedan afuera porque el sindicato bloqueó las asambleas de designación de cargos y la mayoría de los docentes no se avino a la inscripción on-line) ningún chico repetirá el año, los contenidos que no incorporó se recuperarán al siguiente. Eso exige un enorme compromiso del docente, que por fin puede concentrar sus horas en una sola escuela.

¿Qué irá a pasar con un alumno, supongamos, de Viedma que repite de año pero se muda a Roca, o al revés? Como en tantos otros aspectos, hay poca o nula información al respecto.

Unter resiste

El bloqueo de las asambleas para la toma de cargos titulares en las escuelas secundarias se repitió en todas las ciudades de la provincia. El gobierno inventó un sistema de inscripciones on-line y en un par de días repartió los cargos de 25, 16 y 9 horas-reloj en las ciudades donde la mayoría de los docentes se anotó, con una enorme cantidad de errores que los supervisores fueron subsanando.

Bariloche es la única ciudad grande donde el Consejo de Educación pudo realizar asambleas para la toma de cargos interinos y suplentes (en Roca, la otra jurisdicción con reforma educativa, la ministra Silva ya decidió que será por decreto, bajo el amparo de norma que se lo permite).

Una reforma de semejante trascendencia exigía una aplicación con mayores consensos. Es extraño que Weretilneck, que ha hecho de la negociación política una forma de gobernar, termine imponiendo los cambios tan a la fuerza.

El gobierno de Weretilneck forzó
la puesta en funcionamiento de una reforma que precisa de enormes consensos para que su aplicación sea un éxito.

El gremio docente
quedó atrapado en sus internas. La educación media tiene ahora grandes diferencias en la provincia, según la ciudad donde está la escuela.

Datos

El gobierno de Weretilneck forzó
la puesta en funcionamiento de una reforma que precisa de enormes consensos para que su aplicación sea un éxito.
El gremio docente
quedó atrapado en sus internas. La educación media tiene ahora grandes diferencias en la provincia, según la ciudad donde está la escuela.

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