La generación por fuera del petróleo

Neuquén es para Argentina lo que Texas es para Estados Unidos”. La frase es del ministro de Energía, Alejandro Nicola, quien la tomó de un empresario en una de las giras que hizo a la Meca petrolera de ese país, Houston. La comparación es genérica en cuanto al nodo energético del país, porque cada texano produce 46.000 dólares por año y los neuquinos, poco más de 10.000. Mucha diferencia.

Nicola en su doble papel de ministro y candidato habló en el escenario del Cine Español donde se convocó a la burguesía neuquina para incentivarla a invertir y hacer crecer la economía no petrolera.

La exposición que encabezó el gobernador Omar Gutiérrez pretendió mostrar el esfuerzo estatal en mejorar la infraestructura para que, como dijo Norberto Bruno, ministro de Economía, “los empresarios se apropien” de ella y apuesten plata a alguna actividad que le genere rentabilidad y logren “maximizar lo que el Estado invierte”.

Tamaño objetivo constituye para el MPN una preocupación en el mediano y largo plazo aunque no le impide avanzar en sentido contrario. La economía de enclave petrolera y la cultura del campamento colonizaron los discursos políticos de opositores y oficialistas, unos cuestionan que el otro no “diversifica” la economía y los otros salen como hormigas, después de que le patean el hormiguero, a pintar con buenas intenciones el escenario.

El ícono de la diversificación se asocia con la producción agraria, la chacra. En los últimos ocho años se perdieron 1.300 hectáreas productivas en la provincia, se pasó de 7.900 a 6.600. La presión inmobiliaria en la zona bajo riego del valle inferior del río Limay es la prueba dramática de esos fríos números.

La producción primaria no tiene valor agregado y el precio en el mercado es bajo, por lo que no es rentable si hay que aplicar mecanismos de alta tecnología para regar, salvo que se produzca en Israel o que contenga mano de obra familiar y barata. Las hectáreas que se perdieron estaban bajo riego y por gravedad, por lo tanto era barato. No como las decenas forestadas –que están abandonadas y secas– a orillas del Limay en Picún Leufú, a las que había que regar hacia arriba. A contramano.

Ahora el proyecto estrella del ministro José Brillo es poner en producción otros cientos de hectáreas en el extremo sureste del lago Mari Menuco con la oferta de infraestructura de riego financiada con fondos de organismos internacionales.

En términos estadísticos, la producción agraria de todo un año en la provincia tiene un precio de 810 millones de pesos, casi lo mismo que el valor que tiene el trabajo doméstico en hogares privados.

La burguesía neuquina está compuesta básicamente por comerciantes atados al consumo y al mismo Estado. Salvo alguna excepción, la apuesta del exgobernador Jorge Sobisch de generar un polo productivo en las tierras de Gasparri terminó en manos de empresarios de otros sitos del país o del exterior como el emprendimiento de Añelo.

El turismo, que genera el 8% del valor de todos los bienes y servicios que produce la provincia en un año, tiene otra dinámica y sus emprendedores tienen un rango de apuesta que no se limita al consumo. El potencial es gigante si se compara que una ciudad como Bariloche tiene la misma cantidad de camas que toda la provincia de Neuquén.

El ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, dejó planteado un desafío al sector. Dijo que sólo se habían anotado 3.000 de las 12.000 pymes que hay en la provincia para acceder a beneficios palpables como el diferimiento del pago del IVA, entre otros.

Quedó en evidencia que la apelación al consumo interno no es un mecanismo de generación de sustentabilidad por la sencilla razón que, como estamos en un capitalismo, se compra lo más barato que viene de otro lugar.

Es cierto que Texas no es Neuquén porque allá también hay economía fuera del petróleo.

Después de muchos intentos por generar capitalismo de Estado, el gobierno llamó a crear emprendimientos genuinos que no dependan del enclave.

Mientras se pierden miles de hectáreas bajo riego barato por gravedad, se busca generar polos de producción primaria con tecnología cara.

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Después de muchos intentos por generar capitalismo de Estado, el gobierno llamó a crear emprendimientos genuinos que no dependan del enclave.
Mientras se pierden miles de hectáreas bajo riego barato por gravedad, se busca generar polos de producción primaria con tecnología cara.

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