La política en selfies y causas perdidas

Semana de vértigo político.

Martín Soria abrazó en Roca a Sergio Massa y sacudió el terreno. “Hay que neutralizar cualquier lista del FR en Río Negro en la elección que disperse a los peronistas”, explicó el roquense. Modifica –según el interlocutor– si ese intento vendría de Weretilneck o el pichettismo. En especial, el camporista Martín Doñate se molestó desde lo ideológico y el resto se quejó, otra vez, de la velada maniobra del presidente del PJ. “Habrá una sorpresa”, sólo repetía. Incluso esa respuesta recibió el jefe del bloque, Alejandro Marinao. Hasta Luis Albrieu
–quien difundió como suya después la explicación de Soria– supo de la llegada de Massa recién horas antes.

El vínculo de Massa y Miguel Pichetto es innegable. ¿El senador alentó esa presencia? Lo sabía con antelación y no desaprobó el abrazo. La señal: Ariel Rivero lo ponderó para “la unidad peronista”. No es casual, tampoco, el murmullo que ubica a Javier Iud
–como segundo– en la lista a Diputados, expectante por la posible renuncia en el 2019 de María Emilia Soria para postularse en Roca.

El futuro valor de las audaces selfies con Massa se verá. Igual, el éxito estratégico –como siempre– radica en Soria y su estilo desdeñoso.

La presencia en Viedma del presidente Mauricio Macri despertó oposición e indiferencia. Poco dejó del Plan Patagonia, salvo la promesa de desarrollar la región. Soltó sí un recado a los gobernadores. Exigió la sustentabilidad de los proyectos para acceder al apoyo nacional, ligándolo a la necesidad racionalidad de los estados provinciales. Alertó por las cuentas públicas.

Un desprendimiento presidencial exploró la política autóctona. Fue cuando el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro Rogelio Frigerio se juntaron con intendentes radicales. Carlos Toro y Mabel Yauhar –bien cercanos al gobernador– fueron los más exigentes y críticos porque faltan concreciones. “No recibí un peso”, largó el jacobacino. En esa dualidad latente, Peña remarcó lo obvio: “Nación apoyará a los candidatos de Cambiemos”. Frigerio marcó un límite en las embestidas a Weretilneck. “Siempre por la positiva”, corrigió al diputado Sergio Wisky, quien lanzó que la provincia “está devastada”. El ministro resguarda ese vínculo.

El macrismo advirtió que hay mucho por hacer, incluso repasar quiénes finalmente se alistarán de los radicales, más allá del esfuerzo del viedmense José L. Foulkes. Los legisladores del FP, Jorge Ocampos y Daniela Agostino, fueron y expresaron su apartamiento de Magdalena Odarda.

La senadora también ensaya su travesía y se anotó en la lista de Diputados. Se aferra a su buena imagen pero expone la orfandad dirigencial de la fuerza y la reprobable reiteración de su postulación. Si Odarda se inscribe será la cuarta vez consecutiva que encabeza la nómina.

Tronó en la política además la denuncia contra Rubén López por abuso sexual. Su renuncia está en marcha (asumiría María Gemignani), quedando resolver los tiempos. Weretilneck ya lo habría hablado con el legislador. No basta con la impuesta licencia de tres meses, con una forzada interpretación en Labor Parlamentaria. Hay múltiples presiones, aunque la mayor proviene de sus legisladoras, como Marta Milesi y Roxana Fernández.

La Justicia se despabiló con la publicación. La denuncia se formalizó el 7 de diciembre y, feria mediante, la imputación llegó el 3 de febrero. Se esperó completar la presentación y comparencias pendientes, explican en la fiscalía. Hay testigos convocados y, después, la jueza Sonia Martín lo llamaría a indagatoria.

Por otra causa de abuso sexual, “simple”, López fue indagado en noviembre por esa jueza y esa fiscal. El legislador lo negó y habló de un conflicto laboral con la denunciante, una empleada doméstica. Las pericias pedidas fueron apeladas y la Cámara recién esta semana convalidó su plena concreción.

Esos procesos judiciales –ahora– avanzarán. Antes, la política reaccionará porque ella, sobretodo, siempre reniega de las causas perdidas.

Indiferencia y oposición fue lo que se observó en la visita presidencial.

El macrismo deberá revisar con quiénes cuenta a la hora de buscar aliados en la provincia.

Tronó en la política además la denuncia contra Rubén López por abuso sexual. Su renuncia está en marcha (asumiría María Gemignani), quedando resolver los tiempos.