Opacidad

Redacción

Por Redacción

Panorama nacional

En la conferencia de prensa en el complejo de Chapadmalal, el presidente Macri se quedó con ganas de hablar de Hugo Moyano. Se habían habilitado cinco preguntas –se concedió el doble– y en la última el presidente mencionó el conocido argumento de los “palos en la rueda” a la gestión. “Buscan detener un cambio que yo no he decidido. Yo estoy acá porque los argentinos decidieron el cambio”, dijo.

Por alguna razón, la pelea con Moyano no formó parte del cuestionario. La movilización del camionero será el tema de la semana. Hubo sin embargo una agenda paralela de la que tuvo que hacerse cargo Macri, la que produce su equipo de funcionarios en relación a la transparencia y las normas de buen gobierno. A la falta de ellas. En las últimas horas se sumaron denuncias contra el ministro de Finanzas Luis Caputo (es uno de los hombres más reconocidos dentro del gobierno) y contra el subsecretario general de la presidencia, Valentín Díaz Gilligan, además de otras revelaciones sobre una ex funcionaria hermana del ministro de Trabajo Jorge Triaca y el caso del ministro Luis Etchevehere.

¿Asistimos a un pasaje sin brillo de la gestión de Macri? ¿O hay que empezar a hablar de un gobierno sin brillo? El presidente ya transitó más de la mitad de su mandato, más allá de si buscará o no la reelección (y hasta donde se sabe, lo hará). Son muy pocos los que cuestionan el rumbo económico, frente al que no parece haber otras recetas o alternativas. El problema es el cómo. También la velocidad. La economía argentina presenta sus eternos dilemas que parecen sin solución. Ya se ve reflejado en las encuestas.

El gobierno hoy apunta todo a la reducción del déficit. En diciembre sinceró las metas de inflación y relajó la política monetaria. Los precios tomaron nota de esto. La inflación de enero fue de 1,8 por ciento (la mayorista llegó al 4,6%) y se habla de un 3 por ciento para este mes por el impacto de la suba en los servicios y de un 6 por ciento en el primer trimestre. Hasta la fecha, todo debe enfrentarse con salarios del año pasado. La lucha contra la inflación, que hasta hace poco era central, hoy es aleatoria. “Tendremos inflación del primer mundo cuando terminemos de corregir los precios pisados que heredamos y el tesoro no requiera más financiamiento”, dice una fuente calificada de la jefatura de gabinete que participó en el retiro de Chapadmalal. “Pero vamos a cumplir a rajatabla el sendero de reducción del déficit” .

Las proyecciones de inflación para el año aumentaron desde entonces y alcanzaron un rango de entre 18 y 22 por ciento, según se trate del relevamiento del Banco Central o de consultoras privadas. Pero el gobierno apuesta a anclar en el 15% la discusión salarial. Hasta el momento no le fue mal. El líder del sindicato de Obras Sanitarias, Lingeri, acordó un aumento salarial del 15% con cláusula de revisión y una recomposición por la inflación de 2017. Los municipales porteños de cerraron en un 12% en dos pagos. El mismo día, el gobierno acordó con los ferroviarios de Sergio Sasia cambios en los convenios colectivos. María Eugenia Vidal busca encarrillar la discusión salarial con los docentes bonaerenses en el número propuesto por el gobierno con el anuncio de un premio al presentismo.

En la larga previa de la marcha de Moyano, Macri quebró de hecho a la CGT, otra profecía autocumplida en la era de fragmentación. Con la ayuda de los jueces y de la agencia antilavado, aisló al camionero y consolidó su alianza táctica con los gremios dialoguistas. En esta etapa de opacidades varias, si el caso del policía Chocobar es un ancla con lo que piensa la “inmensa mayoría”, como dijo el presidente, Hugo Moyano resulta entonces el enemigo necesario.

¿Qué resultado busca el gobierno en su pelea con Moyano? ¿Va a alcanzar con la firma de un convenio para mejorar la competitividad del sector? ¿Está el camionero hoy en condiciones de ceder?

Hasta ahora Macri parece que le va mejor en la política que en la gestión.

Pasó la mitad del mandato. ¿Asistimos a un pasaje sin brillo de la gestión de Mauricio Macri? ¿O hay que empezar a hablar de un gobierno sin brillo?

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Pasó la mitad del mandato. ¿Asistimos a un pasaje sin brillo de la gestión de Mauricio Macri? ¿O hay que empezar a hablar de un gobierno sin brillo?

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