Un disparo en la línea de flotación

Si la denuncia que publicó el diario “El País” de España fuera trasladable a un juego de batalla naval, el barco de Jorge Sapag habría sido tocado y el de la industria petrolera también.

En denuncias de estas características el foco suele estar puesto en el comportamiento de la dirigencia política más que en el de las empresas. Por tal motivo, y lejos de ser esto un entretenimiento, la información divulgada parece que sólo obliga al exgobernador a brindar explicaciones.

La supuesta intención de abrir cuentas en un banco de Andorra con el propósito de ocultar fondos que no se pueden declarar pegaron en la línea de flotación del principal armador de estrategias del MPN. Supuestamente se iban a ocultar allí recursos provenientes de las prórrogas de los contratos de concesión que comenzaron negociarse a poco de iniciada la primera gestión del exgobernador.

En el mismo plano de incomodidad, y ante la sospecha del pago de sobornos, deberían estar las empresas petroleras. Pero sus espaldas anchas en lo económico y su capacidad de lobby les da buena ventaja cuando las papas queman.

Si fuera probada por la Justicia la denuncia periodística que alborotó la política neuquina sobre el cierre de la semana, hay que pensar que en algún momento hubo dos lados del mostrador, por lo que también se abriría un camino para investigar a la industria petrolera y el uso de dinero para promover la corrupción en el Estado.

Sapag sabe que, más allá de las argumentaciones y la presentación espontánea en la Justicia para que se lo investigue, el daño está hecho con la sola sospecha de que pudo haber cinco millones de dólares provenientes de un circuito de dinero oscuro y viscoso como el crudo.

Ante una denuncia cuyo primer efecto fue el escándalo, el exgobernador eligió victimizarse, una respuesta de manual para estos casos pero que no tiene validez como seguro para todo riesgo.

El exgobernador recibió un aviso que corresponde aplicar a la escala de poder: siempre hay alguien que pisa más fuerte. Sapag no cree, o al menos prefiere no ir por ese lado, que esta indeseada exposición suya sea producto de un carpetazo político. En cambio, el exgobernador está repasando cuántos heridos dejó en el camino cuando le tocó repartir negocios en Vaca Muerta.

La denuncia le llegó a Sapag de rebote. El principal destinatario de la noticia publicada por el diario madrileño fue el subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, por un depósito en el mismo banco de 1,2 millones de dólares, otro escándalo con cuentas “offshore” para el macrismo. El plato fuerte era la noticia nacional, pero el “caso Sapag” que explotó en Neuquén le sirvió al gobierno de Mauricio Macri para atenuar el impacto del golpe a uno de sus funcionarios, otro servicio, en este caso no buscado, del MPN a la Casa Rosada.

La noticia enterró el interés por el nuevo rumbo que tomó la interna del partido provincial, con el gobernador Omar Gutiérrez fortalecido y un ofrecimiento de continuidad, y el vicegobernador Rolando Figueroa reculando en chancletas. No será éste el orden definitivo, pero la reunión de la Junta de Gobierno de esta semana y el levantamiento de la convocatoria a la Convención del partido generaron un clima de transición que de modo alguno cierra las ambiciones de ambos.

Fue llamativo el silencio inicial, tanto del gobernador como del vice, frente a la denuncia que involucró al padrino político de los dos. Las lealtades se miden en las malas porque en las buenas es fácil acompañar. Y Sapag quedó más solo que la luna, justo el día en que buena parte de la dirigencia del MPN se había reunido en Loncopué para poner en carrera a Gutiérrez para el 2019.

Sapag venía con el sello “libre de denuncias” en un partido donde varios de sus referentes tuvieron o tienen que dar explicaciones en la Justicia, tales los casos del exgobernador Jorge Sobisch y del senador Guillermo Pereyra. Ahora la sospecha equipara y Sapag sabe qué ocurre cuando se juega en el barro.

Si fuera probada por la Justicia la denuncia contra Jorge Sapag, hay que pensar que hubo dos lados del mostrador e investigar a las petroleras.

El exgobernador eligió victimizarse, una respuesta de manual para estos casos que no tiene validez como seguro para todo riesgo.

Datos

Si fuera probada por la Justicia la denuncia contra Jorge Sapag, hay que pensar que hubo dos lados del mostrador e investigar a las petroleras.
El exgobernador eligió victimizarse, una respuesta de manual para estos casos que no tiene validez como seguro para todo riesgo.

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