Weretilneck y otro año difícil

Panorama de río negro

El gobierno de Alberto Weretilneck termina el 2016 más o menos como lo transcurrió, tomando deuda para poder hacer frente a gastos corrientes de la administración pública. Y el año que viene todo indica que la receta será similar, aunque el déficit crecerá: el presupuesto 2017 supone un rojo de casi 2.500 millones de pesos, casi idéntico a los fondos que la Provincia planea invertir en obra pública, aun la que tiene financiamiento externo.

No será sencillo el año que viene para la provincia. La complejidad no está signada simplemente por la escasez de recursos. Weretilneck desplegará la actividad que más lo apasiona: la negociación política, en un año en el que Río Negro elige dos diputados nacionales. Su apuesta es que Juntos tenga una de esas dos bancas y que la otra sea del macrismo, en la versión que fuera y con las alianzas que se precisen; cualquier resultado será bueno si el PJ de Martín Soria y su hermana María Emilia queda tercero (y afuera del Congreso).

Para financiar el déficit, la Legislatura le dio al gobernador varias herramientas: 4.000 millones de pesos en letras del Tesoro, 750 millones de descubiertos en el banco Patagonia y 450 millones en cheques diferidos, todo por 5.150 millones de pesos.

De la lectura del listado de obras públicas presupuestadas para el año que viene surge claramente la intención de recuperar protagonismo en Cipolletti, la ciudad que gobernó y ayudó a gobernar durante veinte de los últimos treinta años (Rudy Salto, Arriaga y él mismo).

Cipolletti tiene previstas obras provinciales por 412 millones de pesos en el 2017, muy por encima de la ciudad más poblada de la provincia, Bariloche, donde gobierna su aliado Gustavo Gennuso (un outsider, no ya de Juntos, sino de la política misma), que recibirá 233 millones.

Los 219 millones de pesos que tiene Viedma asignados para obras en el 2017 es otra señal del gobernador a la capital de la provincia. Y los magros 188 millones que le reservó a Roca, la fortaleza de Martín Soria, es un mensaje que puede leerse igual de fácil.

La definición que el presidente Mauricio Macri le dio a “Río Negro” esta semana respecto del plan frutícola del gobierno provincial llega para poner tranquilidad en el inicio de la temporada. Los 100 millones de dólares comprometidos no serán aportes ni subsidios, sino créditos para la reconversión, una manera de mejorar el rendimiento por hectárea.

En la zona andina, la clase dirigente coloca estos 100 millones de dólares en la columna de las asimetrías en las ayudas del Estado a las regiones de la provincia.

La apuesta

Mientras mide las posibilidades de conseguir en el 2018 la ansiada reforma constitucional que le permita volver a ser candidato en el 2019, Weretilneck defenderá el año que viene el proyecto con el que espera que sea recordado su gobierno: la reforma de la escuela secundaria en la provincia.

El cambio que le toca conducir a la ministra Mónica Silva puede transformarse en una bisagra en la historia de la educación en la provincia pero tiene tantos condicionantes, y como el año arranca sin previsión de mejora salarial en el presupuesto, el éxito dependerá de asuntos que poco tienen que ver con lo curricular, especialmente porque los profesores tendrán cargos y no más horas cátedra, y es muy posible que haya menos puestos de trabajo. Los primeros en perder serán los que no tienen título docente, que en la provincia no son pocos.

Mi amigo

Esta semana en Bariloche al gobernador le preguntaron por el fracaso del acuerdo para extender la concesión municipal del cerro Catedral, en manos de Alta Patagonia, una de las empresas del grupo Vía Bariloche, de la familia Trappa.

Otra vez recordó su relación personal con Sebastián Trappa, cabeza del grupo: “Sí, soy amigo. Íntimo amigo. Pero separo la amistad de las responsabilidades de gobierno”.

Los Trappa, además del cerro y varias empresas de transporte, manejan Sapsa, la aerolínea que transporta al gobernador, y Curacó SA, una empresa agropecuaria de General Acha, La Pampa, que es proveedora de leña para el Plan Calor de la provincia.

El gobierno cierra el año tomando deuda para pagar salarios y, de acuerdo con el presupuesto que se aprobó esta semana, repetirá la fórmula en el 2017.

Se juega la suerte del principal proyecto oficial: la reforma del Nivel Medio. Sin señales de subas salariales, la relación con los docentes aparece complicada.

Datos

El gobierno cierra el año tomando deuda para pagar salarios y, de acuerdo con el presupuesto que se aprobó esta semana, repetirá la fórmula en el 2017.
Se juega la suerte del principal proyecto oficial: la reforma del Nivel Medio. Sin señales de subas salariales, la relación con los docentes aparece complicada.

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