El futuro de lo atómico

El anuncio lo hizo el gobierno nacional y el debate fue inmediato: la decisión de proyectar una central nuclear en la Patagonia revivió antiguas controversias sobre la necesidad y utilidad de esta forma de generación de energía como forma de salir de la crisis energética que vive el país.

Como adelantó este diario, el gobierno avanzó con China en la construcción de otra central nuclear, que se sumaría a Embalse, Atucha I y II y proyecta una quinta en un territorio patagónico no especificado, pero que debería estar cerca de una fuente importante de agua fría, ya sea un río caudaloso o el mar, adelantó el subsecretario de Energía, Julián Gadano.

Mientras el intendente de Sierra Grande se mostró entusiasmado por el impacto económico positivo que podría tener en su ciudad (una de las posibles localizaciones), varios legisladores rionegrinos exigieron informes y se mostraron contrarios a la posibilidad de una central atómica en la región, por los enormes riesgos ambientales que implicaría. También el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, rechazó cualquier instalación en su provincia. Ya en días previos, los anuncios sobre iniciativas mineras de producción de uranio, insumo clave de la industria nuclear, en Río Negro y Chubut generaron similares debates.

La polémica sobre la utilidad y necesidad de la energía nuclear es global. Japón, Bélgica, España, EE. UU. y Rusia (Alemania la está abandonando) están realizando estudios y proyecciones para uno de los tipos de generación de energía que está a medio camino entre los combustibles fósiles responsables de los gases de efecto invernadero y el cambio climático y las energías renovables, que ya son alternativa pero aún no pueden por sí solas reemplazar la capacidad energética que necesitan los países.

El desastre nuclear en Fukushima, Japón, tras el devastador terremoto y tsunami en ese país en el 2011 que provocó la fusión del núcleo de tres centrales atómicas y derrames, dio aliento a quienes rechazan este tipo de energía. Según investigaciones, fue liberado material radiactivo en cantidades superiores a 500 bombas de Hiroshima. La catástrofe tendrá un costo para Japón de 190.000 millones de dólares, sin contar los enormes daños humanos. Hace poco se recordaron los 30 años de la tragedia de Chernobyl, que aún enluta a Europa.

Hoy el sector de energía nuclear está en crisis, con pérdidas para los consorcios que lo administran. Sus detractores dicen que las grandes centrales tienen costos exorbitantes de construcción y de manejo de los residuos que producen. Por eso, hoy existen apenas 440 centrales en todo el mundo y hace años que no se construyen nuevas. Por el contrario, hay decenas que ya cumplieron su vida útil y el costo de desmantelarlas es elevadísimo. Aunque tienen un índice de siniestralidad bajísimo (apenas el 1,5% de casos graves), los pocos accidentes tienen un impacto ambiental y humano enorme.

Por el contrario, sus defensores dicen que es una energía básica para transitar de las energías fósiles a las renovables, ya que es el único sistema que emite cantidades muy inferiores de CO2 respecto de los combustibles fósiles, con una capacidad de generación que los sistemas renovables aún no alcanzan. Destacan que los sistemas de cuarta generación son mucho más eficientes y seguros que hace 40 años, con reactores que aprovechan casi el 99% del combustible, con bajo nivel de residuos. Al mismo tiempo, la investigación nuclear lideró enormes progresos en usos medicinales de alta complejidad, diagnóstico y tratamientos, en desarrollo de nuevos materiales, agricultura, alimentación y medioambiente, entre otros. Y que la fusión nuclear es una chance cierta en años futuros, una revolución energética que beneficiaría a los países avanzados en este área.

En medio de argumentos contrapuestos, será necesario un profundo debate público regional sobre los proyectos en danza, con participación ciudadana y el necesario aporte académico, para que las decisiones puedan tomarse en base a hechos concretos: no en intereses comerciales de corto plazo, pero tampoco en posiciones dogmáticas basadas en prejuicios.