La pasarela de vanguardia tiene representante local

Entre lo esotérico y lo campestre, su colección de vestidos de novia resignifica la magia y el ritual de la mesa servida.

La diseñadora de indumentaria Candela Salguero tiene un largo y prometedor camino por delante. Con sólo 25 años está intentando hacerse un lugar en el mundo de la moda con su marca Cidro.

El mes pasado se animó y se presentó en la III Bienal Nacional de Diseño en la UBA con su colección Pura Feliciana, que fue premiada con el tercer lugar.

“Es la primera vez que participamos de una Bienal”, nos cuenta entusiasmada, “y hay gente que tiene un montón de talento y trabajos increíbles”.

P- ¿Qué es Pura Feliciana?

R- Se trata de un trabajo experimental que hicimos con María Eugenia Mouchet. Como mi compañera es de Entre Ríos y yo de Río Negro, pensamos en tomar la chacra como el tema que nos unificaba, y a partir de allí los mitos que se construyen en torno al campo. Pura Feliciana sería una santa pagana a la que le rezan las novias que quieren casarse. Para eso preparan ofrendas con mucho de esoterismo.

P- Eso es lo que se ve en la producción de fotos…

R- En las fotos y en el fashion film. Tenemos dos producciones, una en el campo, hecha en Entre Ríos, y otra en una casona antigua que alquilamos. Es una casa del 1800 que se mantuvo igual de generación en generación. Ahí está hecho el fashion film, que muestra una joven novia armando un altar, una mesa servida para Pura Feliciana.

P- Contanos de la colección.

R- Son vestidos de novia que tienen como referencia el año 1920, porque fue una época de mucha producción y cosecha en los campos de Argentina. Queríamos que ese auge se viera reflejado en la suntuosidad, los diseños, los bordados. Mezclamos la alta costura con la indumentaria de trabajo. Entonces hay parkas con telas como organza, delantales que refieren al bolso recolector de cosecha, largas colas bordadas que incluyen, además de materiales tradicionales, piel, cuero y plumas.

P- ¿En qué está Cidro hoy?

R- Seguimos con esa estética vintage, pero llevada a la actualidad, para que no se vea como algo demodé. La realidad es que hay que vender, entonces nos volcamos a una tendencia más urbana que, a su vez, sigue manteniendo un dejo de alta costura a través de los bordados, pero como cápsula dentro de la colección, con prendas seleccionadas. Además, dentro del mundo de Cidro, que es bastante especial, queremos invitar a ferias de muebles y accesorios vintage que normalmente no tienen buena exposición y son difíciles de encontrar. Queremos dar un espacio dentro de la marca a esas personas en nuestras producciones de fotos para que también puedan vender sus productos.

P- ¿Cómo ves la moda actual?

R- Hay que rescatar el diseño emergente, porque en las marcas comerciales es siempre más de lo mismo. No encuentro cosas que me gusten en la calle. Por eso siempre me hice mi ropa yo y mi abuela me ayudaba. A los 14 años empecé corte y confección y ya entonces tenía muy claro lo que quería hacer en mi vida. No me imagino haciendo otra cosa.

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“Mi abuela hizo vestidos de novia toda la vida. De ahí salgo yo. Tengo telas y un montón de cosas de ella y siempre me traigo sus tapados”.

Candela Salguero lleva mucho de su herencia a la primera colección de Cidro.

Los exponentes emergentes se mostraron en la semana de la moda

La colección de Las Pepas mostró minishorts, vestidos florales y jeans con detalles con glitter. En materiales, el neoprene fue la novedad.

Inspirada con los 70

Mila Kartei presentó faldas con volados, vestidos de poplín y trajes de lino, llenos de colores y dibujos, con bordados y estampas de la región.

Impronta latinoamericana

Datos

“Mi abuela hizo vestidos de novia toda la vida. De ahí salgo yo. Tengo telas y un montón de cosas de ella y siempre me traigo sus tapados”.
La Bafweek presentó la semana pasada todas las tendencias de lo que se va a usar en la temporada primavera-verano.
Casi veinticinco marcas comerciales y de autor, más de veinte desfiles, shows, recitales y food trucks completaron el evento que cada año muestra toda la moda argentina que se viene, en una semana intensa y descontracturada.
Mix de estampas, flores, rayas; tonos pastel y otros muy estridentes; vestidos cortos y largos; minishorts y pantalones cigarette; chaquetas, quimonos y blusas; dibujos, apliques y bordados; accesorios en formas geométricas; prendas superpuestas, hombros al aire, medias a la vista… Todo eso y mucho más se vio en la semana de la moda en Buenos Aires.
En uno de los desfiles se presentaron dos proyectos de alumnos de la UBA, como exponentes de hacia dónde se dirige la vanguardia de la moda: TRNS y Wen Eme.
Julieta Omil, una de las nuevas diseñadoras, nos contó que su colección TRNS se plantea desde un lugar de crítica. “Lo que hicimos fue hablar del cuerpo de la mujer como espacio público, ese es el concepto y la inspiración de la colección”, explica. “Es diseño político de autor”, dice, y aclara que “TRNS se lanza como una marca plurigénero, que comprende la diversidad de identidades que la puedan usar. El concepto es que la prenda se adapte a los cuerpos y no al revés”.
Sus modelos rompen con el estereotipo de lo femenino y lo masculino a través de una interacción entre la lencería y camisas de trabajo. Todo a la vista y en superposiciones. Incluso incorpora la lencería ortopédica como crítica a los estereotipos de belleza. “No es sólo vender, queremos dar un mensaje”, concluye Julieta.
La colección Wen Eme, en cambio, está basada en un videojuego. Presenta prendas desmontables e incorpora distintas tecnologías de impresión en sus estampas, con materiales reflectivos.

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