Aprender a superar los tiempos de crisis

Las pequeñas y medianas empresas son las que más rápido se pueden adaptar a los cambios por tener una estructura más flexible. Pero también es cierto que, al ser el último eslabón de la cadena productiva de la industria petrolera, sufren en mayor grado en tiempos de contracción y achique de gastos.

Muchas de las cientos de empresas conformadas luego de la privatización de YPF, a comienzos de la década de 1990, quedaron en el camino. Otras pudieron a duras penas sortear las recurrentes crisis del sector y hoy sobreviven a la espera de que los grandes anuncios de inversiones se plasmen en la realidad.

“Lo que están firmando las operadoras son cartas de intención y con muchas suerte el beneficio de las inversiones para las empresas de servicio recién se podrá ver en marzo o abril del año que viene. Hemos sido austeros para manejarnos, pero en esta situación no sé si vamos a llegar como empresa a esa fecha”, se lamenta Ricardo Celli, presidente de Heprec, empresa con 25 años de trayectoria en servicios petroleros.

Heprec llegó a tener 95 empleados y una fuerte actividad en la Cuenca Neuquina pero hoy pelea por no desaparecer. “Estamos en una situación caótica, en mayo desvinculé a todo el personal y sólo me quedé con dos empleados para mantener la estructura. El último contrato venció hace unos meses y no tenemos trabajo para hacer”, explicó.

La empresa tiene una base en Rincón de los Sauces y otra importante en Añelo de 1,5 hectáreas. Ambas están cerradas. “Si hoy sale un contrato tenemos el equipamiento, la experiencia y los contactos como para salir mañana mismo a trabajar, pero la actividad está paralizada. Incluso las operadoras han creado sus propias empresas satélites para contratar los trabajos que antes hacíamos las pymes”, señaló.

¿Cómo se llega a esta situación? Celli responde que “no es una cuestión netamente comercial sino que hay un agregado político” y aseguró que “la Provincia, Nación y los sindicatos anunciaban la paz social y permitieron que un trabajo que podían hacer cuatro personas lo hicieran ocho, acá te pueden parar un yacimiento por la deuda de una vianda de 300 pesos”.

Relató que YPF le suspendió contratos 18 meses antes de su finalización, por lo cual no pudo amortizar las inversiones en equipamiento y personal. “Las operadoras lo hacen porque son el poder dominante del negocio, pero de esta manera llevaron a la ruina a muchas pymes”, comentó el titular de la empresa que ahora se encuentra en concurso de acreedores.

Consideró que “si se pudo remontar la crisis de 2008, con un barril de crudo a 12 dólares, con los precios actuales y las tecnologías que permiten ahorras costos se puede tranquilamente conseguir el autoabastecimiento energético en el país. Sólo hace falta seguridad jurídica para que las empresas puedan recuperar la inversión”.

Juan Pablo grigioni

jpgrigioni@yahoo.com.ar

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