El paraíso de los autos a gas empieza a terminarse
Según la Asociación Internacional de Vehículos a Gas, Argentina es el cuarto país con mayor cantidad de autos que funcionan a GNC en el mundo.
El sector fue la vedette de la posconvertibilidad, a tal punto que llegó a exportar bienes y servicios a países limítrofes. El kirchnerismo lo marcó como un nodo estratégico de desarrollo, aunque fueron muy pocos los vehículos que salieron con GNC de fábrica y la mayor parte de los componentes todavía es importada.
¿Por qué estalló el gas comprimido en los 2000? La respuesta está en el precio: por los subsidios y los precios pisados, el gas valía prácticamente nada. La fantasía duró poco: en el 2011 el recurso ya no alcanzó y hubo que empezar a importar.
¿Tiene sentido que un país promueva una industria con combustible que no posee y que además debería ser prioritario para otros sectores? La pregunta obliga a repensar el precio del metro cúbico de GNC. Pero, claro, no hay juego de suma cero posible: hacerlo obliga a poner miles de puestos de empleo en riesgo.
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