El peor año para el GNC: Se derrumbó la reconversión de vehículos

El 2016 no fue un buen año para el GNC. El aumento del precio del gas sumado a la expectativa de que podría equiparse su precio con el combustible, en una decidida política para desalentar su uso, hicieron derrumbar la reconversión de vehículos.

Según datos informados por el Enargas y recogidos por el portal Surtidores.com.ar, el año que terminó fue el peor de los últimos seis, “con un nivel operativo ocioso que deparó en despidos y suspensiones en fábricas y talleres de conversión vehicular”.

De acuerdo al último informe del organismo oficial, en 2016 se traspasaron 119.084 rodados, 69.000 menos que el año anterior y 118.000 menos que en 2014. El registro de diciembre muestra una baja interanual del 57 por ciento, que hace temer los peores pronósticos para el año entrante.

Según el portal especializado, esta situación comenzó a impactar también en las estaciones que despachan GNC, cuyos propietarios advierten que ya se nota una merma en el consumo que se profundizará con el correr de los meses en la medida que no repunten los traspasos.

“Las perspectivas de futuro no son buenas en un contexto de estancamiento de las conversiones de vehículos a GNC y caída progresiva de las ventas”, alertan los operadores. “Los puntos de equilibrio para cubrir los costos están cada vez más lejos, el 40 por ciento de las estaciones de servicio con GNC venden por debajo de este piso”, sostuvieron desde la Cámara de Expendedores de La Pampa.

Agregaron que, por ejemplo, una de cada dos estaciones de Buenos Aires está operando por debajo de los 90.000 metros cúbicos mensuales. “Las estaciones de GNC están en riesgo, esto se agrava aún más cuando nos referimos a estaciones que venden solo GNC, pues no tienen posibilidades de compartir costos fijos con otras unidades de negocio”, afirman.

Argentina es uno de los países con mayor penetración de GNC en el mundo. En la última década, el gas comprimido permitía una diferencia enorme con los combustibles líquidos, pero esa brecha se fue acortando con las últimas subas tarifarias.

En el gobierno nacional razonan que es contraproducente subsidiar el GNC cuando el 30% del gas que consume el país es importado. El foco, según esta mirada, debe estar puesto en la demanda residencial e industrial.

Los números