El yacimiento que soplará 100 velas

Historia

El 29 de octubre de 1918, un poco más de una década después de ese 13 de diciembre de 1907 en el que el petróleo brotó por primera vez de la tierra argentina, el pozo 1 de YPF, en lo que luego sería Plaza Huincul, desencadenó no sólo la creación por decreto del Octógono Fiscal, sino también el inicio de la historia de los hidrocarburos en Neuquén.

Hoy, 99 años después, mientras los ojos de neuquinos y foráneos están puestos en la formación Vaca Muerta, el Octógono Fiscal sigue siendo una zona productiva en manos de la petrolera nacional YPF.

Tras un letargo de décadas, una vuelta de tuerca en la búsqueda del crudo permitió revivir el área al punto que la gerencia zonal del Activo Plaza Huincul volvió a instalarse dentro de esas 7.853 hectáreas que fueron asignadas como reserva fiscal.

La producción del área muestra que tras años malos como el 2010, cuando por mes apenas se llegó a los 995 m³ promedio, en 2013 el bloque tuvo un quiebre más que positivo al pasar a un promedio de 6.165 m³ y ubicarse –tras el auge de 2015 cuando se alcanzó el pico de 10.909 m³- en una producción promedio mensual de 7.206 metros cúbicos.

Por esas vueltas del destino, la reinvención del yacimiento más viejo de la provincia estuvo marcada por el mismo factor que signó su nacimiento: la reestatización de YPF y la decisión con ello de apostar a todos los proyectos que pudieran tener buenos desempeños en el corto plazo.

Fue así que a diferencia de las rocas que llevaron a que los geólogos Juan Keidel y Anselmo Windhausen a que marcaran, allá por 1914, el área como potencial generadora, ahora fueron otras piedras, las provenientes de la formación Basamento las que plantearon el eje de la atención.

A pocos metros del monolito que recuerda ese Pozo 1, completado por la fuerza del motor a vapor del equipo Fauk, la nueva generación de geólogos en la petrolera nacional detectaron que era el lugar propicio para perforar la dura formación.

En lo que hoy es el pozo 380 los viejos estudios de sismología permitieron redescubrir la riqueza de un subsuelo que se creyó obsoleto, pero que así como en las fracturas que se evidenciaban en la superficie se dio con una zona apta para los trépanos.

Tras descender 1.400 metros lograron resucitar el área y además obtener buenos rendimientos de gas. El descubrimiento permitió el nacimiento de la comarca petrolera, el año que viene soplará 100 velitas.

En números

7.206

metros cúbicos es la producción promedio mensual de crudo del Octógono Fiscal en la actualidad.

7.853 ha

tiene la reserva fiscal que se garantizó para desarrollar el yacimiento neuquino tras su descubrimiento.