Los “trapitos” del mundo petrolero

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El lavado de equipos y vehículos ya es algo habitual en la actividad petrolera. Gracias a controles más exigentes y a la toma de conciencia, las empresas ya lo incorporaron como parte de su protocolo, sobre todo a la hora de los traslados por rutas provinciales o nacionales.

Valpob es una empresa familiar que en los últimos años se ha especializado en este servicio con la venta, reparación y alquiler de hidrolavadoras para el sector. “Comenzamos como una empresa de service ténico de herramientas eléctricas pero al poco tiempo vimos una oportunidad en este campo, donde no hay mucha oferta en la zona”, comenta Javier Valdez, gerente de la empresa.

“Una hidrolavadora parece una herramienta chica, pero es poderosa y trabaja con corriente de 380 voltios, lo que implica un riesgo para quien la opera si llega a tener contacto con el agua. Por eso nuestro servicio es integral, primero damos un curso técnico para el personal y luego lo instalamos”, explicó.

Otro aspecto importante es la recuperación del agua de lavado. “Trabajamos con un grupo de gente que dependía del EPAS y que sabe cuál es el tratamiento que se le debe dar. Lamentablemente, salvo en los lavaderos debidamente habilitados, el agua se deja en piletas, en algunos casos se lleva a disposición final y en otros mejor ni pensar”, comentó y agregó que con el tratamiento adecuado se puede destinar a riego o reutilizar en el proceso de lavado.

En general las hidrolavadoras que se usaban en los yacimientos estaban diseñadas para el uso en el lugar. “A través de Hidromundo, empresa ubicada en San Francisco, Córdoba, diseñamos con el tiempo hidrolavadoras que además de ser fuertes resultan fáciles de trasladar. Los modelos Búfalo para agua caliente y Axis para agua fría ya se han impuesto como una marca para el sector”, destacó Orlando Poblete, responsable técnico de Valpob.

Explicó que no había hidrolavadoras fabricadas especialmente para el sector petrolero, salvo algunas provenientes de Estados Unidos y Canadá. “Pero son equipos muy grandes, difíciles de trasladar y por consiguiente muy caros. Lo que conseguimos fue desarrollar una herramienta versátil y segura, donde desde el motor al resto de los componentes sólo llegan 24 volts”, señaló.

La empresa, de la cual dependen diez personas, tiene hoy 26 hidrolavadoras propias para alquilar y trabajan con empresas de servicios y operadoras como PAE e YPF. “Es difícil para una pyme prestar servicios en un yacimiento por la cantidad y variedad de requisitos técnicos y administrativos que se exigen, pero fuimos creciendo año tras año”, indicó Valdez. El próximo paso será trasladarse desde la base ubicada en el oeste de Neuquén capital a un predio de 4.000 metros cuadrados en el Parque Industrial de Centenario.

juan pablo grigioni

mundopyme@rionegro.com.ar

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