Una ausencia, la silla de Rucci y el pedido de Schvartzbaum

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La vida política se compone de gestos. Estar o no estar en un lugar puede representar una mera coincidencia física, o encerrar detrás un mensaje profundo. Sea como fuere, los cuatro días que duró la exposición Oil&Gas Patagonia en el Espacio Duam tuvieron un gran ausente: el sector gremial.
Atrás quedaron los tiempos donde los dirigentes paseaban por los pasillos y asistían como invitados VIP a los coquetos cócteles que suelen organizar las empresas en sus stands. Es que el horno no está para bollos. El bajo precio del crudo, sumado a un gobierno nacional que ya no tercia para el lado de los sindicatos, los dejó bajo una presión inédita.
El miércoles al mediodía, Pampa Energía realizó un asado en la histórica base cerca del Aeropuerto, donde alguna vez la familia Pérez Companc pretendió concentrar su negocio petrolero. Asistieron funcionarios provinciales y municipales. Se esperaba la presencia del gobernador Omar Gutiérrez, pero el balazo de un policía a un gremialista durante una protesta lo obligó a modificar la agenda.
El que sí asistió fue el cada vez más poderoso dirigente petrolero de Rincón de los Sauces, Marcelo Rucci. Se lo invitó a la mesa central, donde se ubicó Marcelo Mindlin, los gerentes de su petrolera y funcionarios de primera línea. “Gracias, yo me siento con los compañeros”, respondió. Aún después de la comida y el postre, el gremialista no recorrió los pocos metros que separan las oficinas de Pampa con el Espacio Duam. La distancia es evidente.
El que sí dijo presente fue el presidente de Petrolera Argentina, Miguel Schvartzbaum. Asistió a la inauguración del evento, donde conversó con varios funcionarios provinciales. Mientras tanto, a unos 100 kilómetros de allí, los trabajadores de su complejo refinero reclamaban en la puerta el pago de salarios y parte del medio aguinaldo adeudado.
Pero Schvartzbaum no fue a la Oil and Gas a recorrer la feria o escuchar los discursos de apertura. Según pudo saber este medio de fuentes nacionales, el empresario consiguió –con la mediación de un alto funcionario del gobierno neuquino- una breve audiencia tras bambalinas con el secretario de Recursos Hidrocaburíferos, José Luis Sureda. Le pidió que Nación le garantice un cupo de compra de fuel oil vía Cammesa para sostener su negocio.
La mano derecha de Aranguren le dijo que no. La negativa no es caprichosa: según argumentan en el ministerio, ya le asignaron un cupo a Schvartzbaum a principios de año, bajo pretexto de que lo necesitaba “para pagar los sueldos”.
Los resultados de esa medida están a la vista.
5.200
personas visitaron la expo Oil&Gas. Ninguna de ellas fue un dirigente gremial de la Cuenca.
19.000
son los trabajadores petroleros alcanzados por el convenio colectivo del 2012.

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