Grisanti, gestor de la “época dorada” del club

Autoridades y socios del Club Cipolletti resaltan a Enrique Grisante como uno de los protagonistas principales de la historia de esta institución valletana.

Grisanti, gestor de la “época dorada” del club

Autoridades y socios del Club Cipolletti resaltan a Enrique Grisante como uno de los protagonistas principales de la historia de esta institución valletana.

Enrique Grisanti es recordado como uno de los presidentes más respetados del Club Cipolletti, institución que al celebrar sus 90 años de vida lo homenajeó como uno de los protagonistas imprescindibles de esta comunidad.

Enrique, quien falleció en septiembre pasado a los 90 años, fue presidente del “Albinegro” entre 1968 y 1976, justo cuando “Cipo” tuvo su despegue definitivo a nivel nacional no sólo en el fútbol sino también en otros deportes como pelota a paleta.

Junto a la comisión directiva del momento este diario en sus crónicas ha rescatado que Grisanti se embarcó en el proyecto de reforzar el plantel sin hacer “locuras”. “Era una época dulce para la economía regional, pero no se quería abusar. Sobre la base de Luna, Della Ceca, el “Turco” Yannani, “Chochó” Flores, Perales y Néstor Michelini, se contrató a Félix Villalba, Marcelo Urtiaga, Jorge Ballejos, el ‘Patón” Raschia y el uruguayo Gilberto Sandalio y “El Negro” Machado Gómez, que venía de jugar en Deportivo Morón. Con los años, algunos de ellos se adhirieron a la historia de la institución y de la ciudad”, registra “Río Negro”.

Al terminar cuatro períodos consecutivos como presidente del club, al despedirse, Grisanti rescató que “a lo largo de estos ocho años, los sinsabores y satisfacciones se fueron alternando en la diaria lucha por lograr objetivos y reconozco que, en el balance de ellas, las alegrías y emociones favorables han superado ampliamente a los momentos negativos. Ello fue posible gracias a los buenos colaboradores con que siempre he contado en las distintas comisiones directivas y sucomisiones, así como el apoyo valioso de socios y simpatizantes del club”.

En ese discurso del ‘76, Grisanti no solo enumeró todos los avances en infraestructura que habían logrado sino también anunció que “las deudas que agobiaron durante años han sido totalmente canceladas”. “Todo ello, insisto, fue posible gracias al valioso aporte de mucha gente que está siempre dispuesta a colaborar personal o materialmente porque este club tiene la virtud de ser muy querido y los dirigentes deben incentivar este cariño dando al socio y sus amigos cada día más”.

Por aquella época este diario resaltaba que durante su gestión no sólo se contrataron jugadores. “Para semejante aventura de jugar con los equipos más grandes del país hacía falta una cancha con más capacidad y para el primer partido con San Martín de Mendoza (al que le ganó 3-1 el 9 de octubre de ese mismo año) se inauguró la tribuna popular de cemento con una capacidad para unas 5.500 personas”, se informó desde “Río Negro”.

En ese tiempo, el club ya estaba entre los mejores del país no sólo en fútbol sino también en otros deportes como la pelota a paleta que, en ese mismo 1973, consagró a sus primeros campeones nacionales: Rodolfo Dante, Néstor Sandi y Gustavo Caballero.

Durante esa época además se le dio mucha trascendencia a bochas, tenis, natación, básquet, patín artístico y jockey.

Fue la “época dorada” del club Cipolletti y allí estuvo Enrique Grisanti: así lo recuerdan hoy sus descendientes, amigos, socios y autoridades de esta institución que este mes cumplió 90 años de trayectoria.


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