Hace 65 años, el Balseiro comenzaba a dictar clases en Bariloche

Desde 1955 a la actualidad, egresaron 2.540 profesionales de las 11 carreras del Instituto Balseiro.

Un primero de agosto pero de 1955, el Instituto Balseiro iniciaba sus clases. Hoy se cumplen 65 años de aquel inicio que se planteó como uno de los objetivos formar a estudiantes que soñaran con contribuir al desarrollo del país.

El Instituto de Física Bariloche se creó a partir de un convenio entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo, firmado el 22 de abril de 1955. José Antonio Balseiro, su primer director, marcó el “rumbo” de la institución. 

En un primero momento, el instituto formó profesionales de física pero allá por 1977, se abrió la carrera de Ingeniería Nuclear. En 2002 se sumó la carrera de Ingeniería Mecánica para dar soporte a las actividades asociadas al desarrollo productivo de la industria nuclear. 

Siete años atrás, debido a la necesidad del gobierno nacional de aportar al desarrollo de las telecomunicaciones, se creó la carrera más nueva, Ingeniería en Telecomunicaciones.

El instituto cuenta además con siete carreras de posgrado (tres doctorados, tres maestrías y una especialización que forman a sus estudiantes en distintos campos de la física y la ingeniería).

Desde 1955, ya egresaron 2.540 profesionales de las 11 carreras del Balseiro.

“Del Balseiro nace el Centro Atómico Bariloche. Aquí se graduaron Conrado Varotto y Cacho Otheguy, creadores de Invap y Conae. También se creó la primera carrera de Ingeniería Nuclear de Latinoamérica, que derivó en que el país pudiera terminar Atucha II y se exportara tecnología nuclear al mundo con Cnea e Invap”, planteó el director del Instituto Balseiro, Mariano Cantero.

Este egresado de Ingeniería Nuclear del instituto recalcó que “en la actualidad, se está avanzando en la creación del Laboratorio de Ingeniería Innovadora Integrada, para diseñar e implementar soluciones interdisciplinarias”.

Osvaldo Calzetta Larrieu, presidente de la Cnea, reconoció que “desde su nacimiento, el Instituto Balseiro ha sido un gran formador de recursos humanos de altísimo nivel. Muchos de ellos aportaron resultados y éxitos sustantivos en el campo de la ciencia y tecnología a nivel nacional e internacional”.

En relación a la trayectoria del instituto, Calzetta Larrieu agregó: “Formaron parte tanto egresados como profesores en numerosas iniciativas ligadas a grandes logros de Cnea en general, a las centrales nucleares, a la realización de los centros de medicina nuclear, al enriquecimiento de uranio, a la exportación de reactores de investigación – proyectos en los cuales yo mismo fui parte- tanto a Argelia (NUR) como a Egipto (ETRR II) o Australia, entre otros hitos trascendentes”.

El rector de la Universidad de Cuyo, Daniel Pizzi, consideró que el Balseiro ha dado sobradas muestras de su capacidad para contribuir con el desarrollo energético argentino. “Tanto de las aulas del Instituto Balseiro como de los laboratorios y plataformas nucleares del Centro Atómico Bariloche se ha logrado no sólo trascender las fronteras internas del país, sino que su excelencia ha permitido una clara expansión a toda América Latina, ubicando a la Argentina en la vanguardia de estos estudios y disciplinas”, expresó.


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