Hanny: “¡Ojalá que Toby sea eterno!”

Hanny: “¡Ojalá que Toby sea eterno!”

La adolescente neuquina (16) comparte cómo es que descubrió a quien hoy es un amigo más fiel. Lo habían abandonado en Centenario… a las tres horas de haberse enterado comenzó esta historia que ella misma cuenta.

Hanny: “¡Ojalá que Toby sea eterno!”

La adolescente neuquina (16) comparte cómo es que descubrió a quien hoy es un amigo más fiel. Lo habían abandonado en Centenario… a las tres horas de haberse enterado comenzó esta historia que ella misma cuenta.

A veces creo que es con mi mejor amigo. Pestañeo dos veces. Vuelvo a mirar. Y veo esos ojitos color café que no hacen más que transmitirme cariño, felicidad y gratitud.

Toby, con ese nombre tan simple de cuatro simples letras, me acompaña en cada paso que doy desde hace cinco años. Nunca antes me había imaginado con un perro como mascota ya que de pequeña les tenía terror.

Todo empezó cuando un 11 de abril, mientras navegaba en Facebook vi una imagen de seis cachorritos que habían sido rescatados; y por arriba de la imagen estaba su breve historia. La leí. ¡Y para qué! A los dos segundos de comenzarla a leer me conmocioné hasta las lágrimas y decidí mostrársela a mis padres.

Esa misma tarde, tres horas después, nos encontrábamos en Centenario buscando al pequeño sobreviviente de aquella bolsa de consorcio en lo alto de la barda.

Cuando necesito aislarme de todo el mundo, cuando no me encuentro a mi misma, está él.

Él siempre está y ojalá fuese eterno para estar a mi lado el resto de mi vida.

Personalmente, no hay nada más lindo que tener como compañero de vida una mascota. El lazo de amistad y amor entre el ser humano y el animal, es más fuerte que mil cadenas de hierro juntas.

Hanny, de Neuquén

Redacción “Río Negro”