Análisis: La estampida de los elefantes

La capacidad de Donald J. Trump de romper las tradiciones democráticas de EE.UU. sacó de la inacción y del silencio a muchos republicanos, a quienes el magnate dejó de acercarles votos para poner en riesgo ahora la mayoría del partido del elefante en el Congreso.

Trump ganó la candidatura doblando la apuesta del extremismo republicano y conquistando a franjas sociales blancas medias y bajas que detestan a la clase política.

Pero su populismo desbocado terminó multiplicando a votantes republicanos moderados que ya piensan en votar a Clinton. Ese giro arrastra a candidatos a congresistas y senadores republicanos que empiezan a huir en estampida y a despegarse de su candidato, como lo hicieron tempranamente los dos ex presidentes Bush.

Una ola de votos demócratas puede cambiar al país tanto como lo haría Trump: los republicanos perderían su capacidad de bloqueo y el Congreso aprobaría reformas históricas (inmigración, salud o educación gratuita), sin contar la renovación de la Corte Suprema con jueces que avalaran esos cambios. Hasta el 8 de noviembre, al elefante sólo le queda correr. Hillary, agradecida.