Cataluña pelea por el control de la Policía en el referéndum

Se abre un nuevo frente de conflicto en la ya crispada relación entre el Ejecutivo secesionista y el gobierno central español.

El control de la Policía de Cataluña ante el polémico referéndum independentista que la región quiere celebrar dentro de una semana –pese a la suspensión de la Justicia– abrió ayer un nuevo frente de conflicto en la ya crispada relación entre el Ejecutivo secesionista catalán y el Gobierno central español.

La Fiscalía de Cataluña anunció que la Policía autonómica (Mossos d’Esquadra) y el resto de fuerzas de seguridad de la región pasarán a ser coordinadas de forma centralizada por el Ministerio del Interior español ante la consulta del 1 de octubre, pero el “Govern” catalán rechazó de inmediato ceder el control.

“Desde el Govern, no aceptamos esta injerencia del Estado, porque se salta todos los mecanismos de coordinación ya existentes para garantizar la seguridad de Cataluña”, dijo el consejero catalán del Interior, Joaquim Forn. “No aceptamos el mando del cuerpo de Mossos d’Esquadra por parte del Ministerio del Interior”.

La polémica llega siete días antes de la fecha fijada para el referéndum y después de una semana especialmente turbulenta: el miércoles, una operación policial contra el referéndum acabó con 14 detenciones y la confiscación de material clave para la consulta, lo que motivó multitudinarias protestas en las calles en Barcelona.

El “Govern” calificó de “festivas y cívicas” las manifestaciones y concentraciones. Durante el operativo, sin embargo, varios guardias civiles quedaron bloqueados en la Consejería de Economía de Cataluña por manifestantes que además destrozaron coches del cuerpo armado.

Debido a esos altercados, la Fiscalía General del Estado presentó el viernes una denuncia por sedición, delito con penas de hasta diez años de cárcel. La denuncia menciona a los jefes de las entidades soberanistas Asamblea Nacional Catalana y Ómniun, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, claves en el impulso independentista.

El consejero Forn acusó ayer al Gobierno de querer “intervenir” la Policía catalana. Fuentes del Ministerio del Interior aseguraron en cambio que la medida no quita competencias a los Mossos, sino que crea una coordinación central como ocurrió ya tras los atentados terroristas del 17 de agosto en Cataluña. El encargado de coordinar a los Mossos y los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña será Diego Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil y alto funcionario de la Secretaría de Estado de Seguridad.

Claves de este nuevo

enfrentamiento

El Ministerio del Interior había anunciado que desplazará a efectivos de la Policía a Cataluña para garantizar “la vigilancia del espacio público y mantenimiento del orden”.

El gobierno teme que los Mossos no actúen con decisión para evitar la votación.

El intento por reforzar el control marca un nuevo paso del gobierno de Rajoy para frenar la consulta, considerada ilegal por Madrid y el Tribunal Constitucional español.


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