¿Del G7 al G-cero?: Trump como una amenaza a la unidad de Occidente

Trump se centra sólo en los intereses de su país, e ignora y torpedea los de la comunidad mundial. El líder ruso Putin ya habla de una “era postoccidente”.

“Great!” (excelente) es una de las palabras favoritas del presidente estadounidense Donald Trump, cuyo vocabulario parece muy limitado. Esa palabra repitió el en varias ocasiones en su reciente discurso ante los soldados de la base estadounidense de Sigonella, en Sicilia. Allí se refirió el sábado a la cumbre del G7 que acababa de concluir en Taormina como un “encuentro excelentemente productivo” con “gente excelente” donde se lograron “avances excelentes”, una declaración que parece más bien una sátira.

Porque el encuentro de jefes de Estado y Gobierno de los principales siete países industrializados del mundo dividió más que unió, porque los avances brillaron por su ausencia y porque Trump quedó aislado oficialmente en la declaración final por su reticencias a concretar su postura frente al cambio climático.

La alianza vive algo así como un ataque interno sin precedentes. Dos cumbres que supusieron dos estrenos en el escenario internacional para Trump y que dejaron de manifiesto la amenaza de división de la comunidad de valores occidentales. Después de que el G8 expulsara a Rusia en 2014 y se convirtiera en G7, el peligro es que el grupo se desintegre y se convierta en “G0”.

Porque si a partir de ahora se convierte en un foro de “seis contra uno”, como lo calificaron algunos diplomáticos al margen de la cumbre en referencia a las disputas con Trump para sacar adelante un documento de clausura de sólo seis páginas, su razón de ser puede quedar en cuestión. Sobre todo si ese uno es Estados Unidos, el país más poderoso del mundo. A Trump parece no importarle, como dijeron círculos de los participantes: no tiene los valores de su predecesor Barack Obama, sino que es mucho más egoísta, señalaban algunos.

Trump se centró en la cumbre de dos días en Taormina en los intereses estadounidenses, sin importarle las consecuencias. La lucha contra el terrorismo fue su principal tema, ignorando y torpedeando otros como los intentos del anfitrión italiano de ofrecer una posición clara y completa sobre la crisis de refugiados.

Y en lo que respecta al cambio climático sólo se puede hablar de disenso en el G7: Trump tomará una decisión sobre su permanencia en el Acuerdo de París esta semana. Parece posible que saque a Estados Unidos -el país más contaminante del mundo- del mismo, algo que sería muy frustrante, tras los años de esfuerzo que costó alcanzar el acuerdo entre todas las naciones

La pregunta que queda ahora es si Occidente se tambalea: Reino Unido saldrá de la Unión Europea, lo que podría ir acompañado de una pérdida de confianza, y Estados Unidos está dejando de ser el ancla al que aferrarse. Al presidente ruso, Vladimir Putin, le gusta filosofar sobre la “era postoccidente”.

¿Sigue al menos vigente una comunidad unida por valores occidentales? La próxima prueba de fuego se presenta en sólo seis semanas, cuando el G20 (el grupo de los países industrializados y en desarrollo del mundo) se reúna en Hamburgo, en Alemania.

Merkel: Europa tendrá que ir por su cuenta

Europa debe tomar su destino “en sus propias manos” frente a una alianza occidental dividida por el Brexit y Donald Trump, afirmó ayer la canciller alemana Angela Merkel.

“Los tiempos en los que podíamos depender completamente de otros están terminando. Lo he experimentado en los últimos días”, lanzó Merkel en un mitin electoral en Múnich.


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