EE. UU.: en un debate que no cambió tendencias, Hillary sacó leve ventaja

No hay tiempo para descansar. Donald Trump y Hillary Clinton retomaron ayer la frenética campaña por la Casa Blanca, tras librar el lunes a la noche un combate de insultos y diatribas en el primer debate presidencial. El humor con que ambos candidatos emprendieron la recta final de esta carrera electoral reforzaron la opinión de la mayoría de los analistas: la aspirante demócrata salió mejor parada, pero no hubo un golpe definitivo que dé un vuelco entre el electorado.

El primer duelo televisivo fue visto solamente en Estados Unidos por más de 81 millones de personas, el debate más visto entre candidatos presidenciales estadounidenses de la historia. Encuestas publicadas ayer dieron por ganadora a Clinton, pero en otras se impuso Trump.

Podría resumirse así: ella estuvo en su mejor momento y él no estuvo en el peor. Y los 90 minutos de encendido enfrentamiento entre la demócrata y el republicano probablemente no decantaron a muchos votantes indecisos (ver un análisis detallado de los ejes del debate en pág. 19).

De todos modo, el humor de los demócratas era mejor ayer,

Clinton reapareció reenergizada tras el tenso cara a cara y retomó los ataques contra su rival .

En el avión que la llevaba a un mitin en Carolina del Norte , una sonriente Clinton dijo haber pasado un buen momento y presentado su programa, “sin una verdadera propuesta de (su) oponente”. “Pero lo más importante es el temperamento, la capacidad y la calificación para tener el trabajo más importante y difícil del mundo, y creo que la gente anoche vio algunas claras diferencias ”, dijo.

Trump disputó esa visión y señaló a varios culpables de sus fallos en el debate, entre ellos el moderador, Lester Holt, y un micrófono defectuoso. “El volumen estaba mucho más bajo que el de ella y el sonido se cortaba. No podían oírme en la sala”, protestó Trump y también acusó a Holt de evitar los “escándalos” de Clinton (sobre los correos electrónicos y el ataque a la embajada norteamericana en Libia) mientras a él le sometía a “preguntas hostiles”.

“Tuvimos un gran, gran momento anoche y me sentí emocionada de exponer algunas de las políticas en favor de la clase media y la familia”.

Hillary Clinton, candidata presidencial demócrata.

“Podría atacarla más duramente en ciertos aspectos (en el futuro). Fui menos duro porque no quería herir los sentimientos de nadie”.

Donald Trump, candidato presidencial republicano.

Una Miss hispana complica al magnate

Alicia Machado, la ex Miss Universo a la que Hillary Clinton aludió en el debate para demostrar la misoginia y el racismo de Trump, quiere que su historia sirva “para abrir los ojos” a los votantes . “Yo sé muy bien de lo que es capaz este señor”, dijo y revivió cómo Trump la llamó “Miss Piggy” (miss cerdita) por subir de peso y “Miss Housekeeping” (señora de la limpieza) por su origen latino, llevándola a la depresión y la anorexia.