La nueva “hoja de ruta” de la alianza

La OTAN adoptó en Lisboa una hoja de ruta de 11 páginas que reemplazará la estrategia diseñada en 1999 y que ha sido preparada por el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen. Estas son las líneas principales : • Uno para todos y todos para uno. El texto reafirma el compromiso de una defensa mutua, el principio de que un ataque a un país de la OTAN equivale a un ataque contra todos sus países miembros. • Armas nucleares. La OTAN se compromete a “crear las condiciones para un mundo sin armas nucleares” pero seguirá siendo una alianza atómica mientras existan este tipo de amenazas en el mundo. La disuasión nuclear sigue siendo el “elemento central” de su estrategia: sus fuerzas aportan la “garantía suprema” de su seguridad, pese a que las posibilidades de un recurso al arma nuclear son “extremadamente improbables”. • Defensa antimisiles. La Alianza define su capacidad de protegerse de un ataque con misiles como uno de los “elementos centrales” de su defensa. En este ámbito, “buscará activamente la cooperación de Rusia y de otros socios euroatlánticos”. • Gestión de crisis. La OTAN se compromete a “prevenir y gestionar” las crisis susceptibles de degenerar en conflictos y a “estabilizar una situación posconflicto o ayudar a la reconstrucción”. Creará “una estructura civil de gestión de crisis adecuada pero modesta para interactuar más eficazmente con los actores civiles”. • Terrorismo y traficantes. El terrorismo es una “amenaza directa”. Los conflictos en países terceros pueden representar una amenaza para su seguridad, alimentando el extremismo, el terrorismo, pero también el tráfico de armas, droga y seres humanos. • Ciberataques. Prevé desarrollar la capacidad de “prevenir y detectar los ciberataques” provenientes de “las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia extranjeros, la criminalidad organizada, los grupos terroristas y/o extremistas”.

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