Moscú rechazó las acusaciones por el “Rusiagate”: “Es pura cháchara”

El canciller Serguéi Lavrov desestimó el dictamen de un fiscal de Washington que acusó formalmente a 13 ciudadanos rusos de interferir en la campaña presidencial del 2016. Un alto funcionario de EE. UU. le respondió: “Las pruebas son incontrovertibles”.

Rusia y Estados Unidos intercambiaron acusaciones después de que el viernes un fiscal especial estadounidense anunciara cargos formales contra 13 ciudadanos rusos acusados de conspirar para interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, que dieron la victoria a Donald Trump sobre Hillary Clinton.

El asesor de seguridad nacional de Trump, H.R. McMaster, dijo durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania, que las acusaciones muestran que Estados Unidos se estaba volviendo “cada vez más hábil en rastrear los orígenes de este espionaje y subversión”.

“Como se puede ver con la acusación del FBI, las pruebas son ahora realmente incontrovertibles y están disponibles en el dominio público”, dijo McMaster .

Minutos antes, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, en ese mismo escenario global desestimó las acusaciones contra ciudadanos de su país. “Son pura cháchara”, dijo, según un intérprete. Cuando se le preguntó sobre la acusación, Lavrov respondió: “No tengo respuesta. Pueden publicar cualquier cosa y vemos que esas acusaciones se multiplican, las declaraciones se multiplican”, dijo.

Las acusaciones presentadas el viernes por el fiscal especial de Washington Robert Mueller representan el informe más detallado de intromisión ilegal rusa durante la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca.

La acusación hace eco de las conclusiones presentadas en enero de 2017 por la comunidad de inteligencia de EE.UU., que descubrió que Rusia influyó en las elecciones y que sus objetivos incluían ayudar a Trump

La conspiración comenzó en 2014 y empleó a cientos de personas, desde creadores de perfiles en las redes a expertos técnicos, y para 2016 su presupuesto superaba los 1,2 millones de dólares.

Lavrov argumentó que varios funcionarios estadounidenses, entre ellos el vicepresidente Mike Pence, han dicho que ningún país influyó en los resultados de las elecciones estadounidenses. “Hasta que no veamos los hechos, todo lo demás es pura cháchara. Perdón por usar esta expresión”, dijo Lavrov.

La medida representa los primeros cargos penales contra los rusos que se cree que trabajaron en secreto para tratar de influir en el resultado electoral.

De acuerdo con el texto judicial, la organización rusa fue financiada por Yevgeny Prigozhin, empresario de San Petersburgo con vínculos con el gobierno ruso y su presidente, Vladimir Putin.

Lavrov denunció “este mito irracional sobre esta amenaza global rusa, cuyos rastros se encuentran en todas partes, desde el Brexit hasta el referéndum catalán”.

Por otra parte, Lavrov llamó a la Unión Europea, la OTAN y EE.UU. a tratar a su país con más respeto. “En los años 1990, Rusia fue tratada como una alumna y ahora está siendo vista como una amenaza”, lamentó. Lavrov dijo además que su país quiere ser un socio fiable. “Estamos dispuestos a entablar un diálogo abierto y respetuoso”, aseguró.

“Hay un mito irracional sobre esta amenaza global rusa, cuyos rastros van desde el Brexit hasta el referéndum catalán”.

Serguéi Lavrov,

canciller de la

Federación Rusa.

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“Hay un mito irracional sobre esta amenaza global rusa, cuyos rastros van desde el Brexit hasta el referéndum catalán”.

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