Multitudinaria manifestación en Barcelona por la unidad de España

Carles Puigdemont, no baja sus brazos y amenaza con declarar unilateralmente la independencia de la región. Rajoy se niega a negociar.

Cientos de miles de personas llenaron ayer Barcelona de banderas españolas, catalanas y europeas en una manifestación contra la independencia de Cataluña, en el último episodio de la peor crisis política en España en 40 años.

La manifestación, a la que asistieron 350.000 personas según la policía local y 950.000 según los organizadores, concluyó con un discurso del escritor Mario Vargas Llosa en el que aseguró que “la democracia española está aquí para quedarse, y ninguna conjura independentista la destruirá”.

Bajo el lema “¡Basta, recuperemos la sensatez!”, la marcha reunió a unos catalanes opuestos a la independencia que no suelen significarse, en contraste con las colosales manifestaciones independentistas de los últimos años.

“Luego diréis, que somos cinco o seis”, “no somos fachas” o “Puigdemont, a prisión”, fueron algunos de los lemas escuchados en la marcha, que saludaba las banderas españolas colgadas en los balcones y abucheaba las independentistas. “La pasión puede ser destructiva y feroz cuando la mueven el fanatismo y el racismo. La peor de todas, la que ha causado más estragos en la historia, es la pasión nacionalista”, aseguró Vargas Llosa.

Tras considerar que ha ganado la consulta prohibida y marcada por violentas cargas de la policía española, el presidente catalán, Carles Puigdemont, amenaza con declarar unilateralmente la independencia de la región que representa el 16% de la población y el 19% del PIB de España, y cuyos 7,5 millones de habitantes se encuentran profundamente divididos sobre la secesión, según encuestas.

En el otro lado, el gobierno de Mariano Rajoy se niega a dialogar mientras los independentistas no hayan retirado la amenaza de la secesión.

“No descarto absolutamente nada”, declaró Rajoy ayer al diario El País, ante la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución, que permite la suspensión de la autonomía regional.

Pese al auge del secesionismo en los últimos años, los independentistas no lograron la mayoría de votos en las elecciones regionales de 2015, que plantearon como un plebiscito a favor del proyecto soberanista.

En el referéndum del domingo, más del 90% votaron a favor de la independencia con una participación del 43% del censo.

El Ejecutivo soberanista ha aguantado hasta ahora la ofensiva judicial de Madrid y las presiones económicas, con la salida de Cataluña de compañías muy emblemáticas como CaixaBank, Gas Natural o Banco Sabadell.

El Parlamento catalán debe, según el calendario independentista, declarar la secesión a más tardar 48 horas después de que se proclamen los resultados del referéndum, algo que no ha sucedido.

Puigdemont se dirigirá a la cámara regional, donde los secesionistas son mayoritarios, mañana, para comentar la “situación política”. De momento se ignora si ese será el momento elegido para declarar la independencia.

Datos

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Datos

19%
Es la proporción del producto bruto (PBI) que genera Cataluña para toda España, según datos oficiales.
7,5
Sonlos millones de habitantes con los que cuenta la región de Cataluña.
90%
Fueron los que votaron, el pasado domingo 1 de octubre, a favor de la independencia, pero con una participación sólo del 43% del padrón.

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