Temer se prepara para resistir el “tsunami Odebrecht”

A la espera de que una nueva ola de acusaciones de corrupción impacte en Brasilia de un momento a otro, el presidente Michel Temer se ha construido un búnker para limitar el potencial nocivo que las temidas confesiones de la cúpula de Odebrecht pueden tener sobre su gobierno.

La operación Lava Jato, que reveló el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, lleva sacudiendo a las élites políticas y económicas del país desde hace casi tres años. Pero lejos de calmarse, se espera una nueva escalada próximamente.

Los fiscales están investigando si Temer y muchos otros políticos -varios pertenecientes a su partido, el centrista PMDB-, participaron en la red de sobornos y desvíos multimillonarios de fondos públicos desde la petrolera estatal para financiar sus campañas electorales.

El presidente y algunos de sus aliados están entre los implicados en las confesiones que realizaron 77 exejecutivos de Odebrecht, la constructora que armó un departamento secreto para sobornar a políticos, a cambio de que se reduzcan sus penas.

Según un testimonio filtrado, el entonces vicepresidente Temer pidió a Odebrecht en 2014 que diera al PMDB millones de dólares en fondos para campañas.

También en Perú

Mientras tanto, el ex presidente de Perú Alejandro Toledo sigue inhallable, setenta y dos horas después de que un juez dictara una orden de detención en su contra por presunta corrupción: haber aceptado unos 20 millones de dólares en sobornos de la constructora.