Trump sembró la discordia durante su primer año en la Casa Blanca

El presidente de los Estados Unidos cumplirá hoy un año al frente del gobierno central. En estos 365 días el representante del partido Republicano, según los analistas, agudizó las divisiones y los enfrentamientos entre los estadounidenses.

Fue un día con mal tiempo en Washington aquel 20 de enero de 2017. Temprano por la mañana una niebla fría envolvió la ciudad y más tarde comenzó a lloviznar. Fue el día de la investidura de Donald Trump como presidente número 45 de Estados Unidos. El magnate inmobiliario neoyorquino juró el cargo en las escaleras del Capitolio.

Trump lanzó durante 16 minutos una verborrea a su pueblo y al mundo que no tenía precedentes en este lugar. Aunque hizo un breve llamamiento a la unidad, el discurso del presidente no fue un intento de reconciliar a los estadounidenses. Fue una perorata. El éxito electoral no había cambiado el tono combativo provocador del republicano.

Durante el primer año de Trump en la Casa Blanca se agudizaron las divisiones y enfrentamientos entre sus connacionales: blancos contra negros, residentes contra inmigrantes, ricos contra pobres, progresistas contra conservadores y nacionalistas contra internacionalistas.

Aunque los politólogos matizan que la división no comenzó aquel día frío de enero, coinciden en que la brecha se ensanchó desde que el presidente populista asumió el cargo. Un informe del Centro de Investigación Pew revela que el 60 % de los estadounidenses cree que la relación entre los diferentes grupos étnicos se ha deteriorado a lo largo de 2017 poniendo en evidencia la división racial en el país.

En su discurso, Trump también habló del “establishment” washingtoniano y su propósito de devolver el poder al pueblo: “Durante demasiado tiempo un pequeño grupo en la capital de nuestra Nación cosechó los beneficios del gobierno mientras que el pueblo pagó los costos”, dijo Trump. “El 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que el pueblo volvió a gobernar este país”.

La realidad es que nunca antes tantos representantes del gran capital han estado tan cerca de un presidente. Los críticos temen que Wall Street haya tomado el poder, no el pueblo.

Aunque Trump ha cumplido su promesa de socavar el poder del “establishment” político, probablemente no esperaba una fuerte reacción negativa desde las filas de su propio partido.

Varios líderes republicanos expresaron reiteradas veces su frustración por las políticas, las declaraciones y los tuits del nuevo inquilino de la Casa Blanca. En el Senado, donde el Partido Republicano tiene una exigua mayoría, muchos legisladores consideran a Trump como una figura tóxica.

“A partir de este día la nueva visión de mi gobierno será EE. UU. primero. Los estadounidenses reconstruirán el país con sus manos”,

dijo Trump en su discurso cuando asumió.

Tomó medidas en forma unilateral

A pocos días de haber asumido el cargo, Trump sacó a Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio del Pacífico y forzó la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, vigente desde hace más de 20 años, advirtiendo que los resultados de la revisión no le parecen satisfactorios.

Datos

“A partir de este día la nueva visión de mi gobierno será EE. UU. primero. Los estadounidenses reconstruirán el país con sus manos”,

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios