Un socialista y un banquero irán por la presidencia de Ecuador

Dos modelos antagónicos de país se medirán en el balotaje del próximo 2 de abril, luego de que el delfín “dialoguista” del actual presidente Correa se quedara a escasos puntos del triunfo en primera vuelta. Ahora, una oposición aglutinada planteará un duro desafío.

El oficialista Lenín Moreno y el exbanquero de derecha Guillermo Lasso, que encarnan dos modelos antagónicos para conducir Ecuador, se medirán en balotaje del próximo 2 abril.

El comicio abre un frente de incertidumbre para la golpeada izquierda latinoamericana y el asilo del fundador de Wikileaks, Julian Assange. El anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) trajo calma a la oposición, que dejó de protestar exigiendo transparencia en el conteo.

Moreno, que rozó la victoria en primera vuelta con un 39,3% de los votos, es la ficha del movimiento oficialista Alianza País (AP) para prolongar el “Socialismo del siglo XXI” que el presidente Rafael Correa impuso en Ecuador, aunque con distintos matices a los de Venezuela o Bolivia.

“Ya estoy en (campaña para la) segunda vuelta y me fascina. En primer lugar, porque recibimos el cariño de los ecuatorianos, y en segundo lugar, porque a mí me da la oportunidad de oír mejor a aquéllos que no votaron por nosotros”, dijo Moreno ayer.

El hablar pausado y la sonrisa fácil de este exvicepresidente (2007-2013) contrastan con la imagen del temperamental Correa. Según analistas, si llega al poder habrá un diálogo con sectores enfrentados con el correísmo en la última década.

En su campaña, el oficialista se mostró con “un estilo del diálogo, el estilo de la mano extendida”, pero prometió mantener el modelo económico de Correa, basado en elevado gasto social y endeudamiento, a pesar de la debacle de los precios del petróleo, principal causa del deterioro económico que vive el país. Su trabajo como vicepresidente tuvo alto nivel de aceptación, lo que le valió ser nominado al premio Nobel de la Paz de 2012 y nombrado secretario general adjunto de la ONU para la discapacidad.

Por su parte, el exbanquero Lasso logró el 28,1% de los sufragios y tiene ante sí el reto de captar el voto del resto de los partidos descontentos con la gestión económica del correísmo.

Este exministro de Economía sin título universitario y exgobernador de Guayas (suroeste) representa a la derecha conservadora y aspira por segunda ocasión a la presidencia. En 2013 fue derrotado por Correa, quien le achaca ser uno de los responsables de la crisis bancaria de 1999 que derivó en la dolarización de la economía y el congelamiento de depósitos . Casado y con cinco hijos, Lasso –de 61 años– se define como un “emprendedor”: de clase media, trabajó desde los 15 años y llegó a ser presidente del Banco de Guayaquil. “Vamos por el cambio” es su lema y promete la creación de un millón de empleos en cuatro años, eliminar 14 impuestos y atraer inversión.

“Es bien difícil para Moreno crecer esos 11 puntos para el 50%. Lasso tiene un abanico mucho más amplio para moverse”.

Politólogo Santiago Basabe, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

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“Es bien difícil para Moreno crecer esos 11 puntos para el 50%. Lasso tiene un abanico mucho más amplio para moverse”.

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