Atraparon a Carcar en una casa de Neuquén ligada a la Uocra

Víctor Carcar tenía su teléfono intervenido y la policía entiende que por ese motivo siempre fue cauteloso a la hora de comunicarse con su círculo más íntimo. El hombre estaba prófugo desde el 21 de junio de 2016 cuando el Tribunal Oral Federal de Roca emitió la orden de captura para que cumpla con una condena de cuatro años por la causa Arbos, y al no poder encontrarlo, se lo declaró en rebeldía.

Desde la Policía neuquina informaron que era buscado por distintas fuerzas nacionales y tenían un pedido de captura internacional en la Interpol. Ayer lo atraparon y la Justicia Federal dispuso su traslado a Esquel, Chubut, para que comience a cumplir su pena en la Unidad 14 del Servicio Penitenciario Nacional.

Según fuentes de la investigación, el ex titular del sindicato de la construcción tenía peso político dentro del MPN y fue candidato a concejal de la ciudad en 2013. A su celular todavía llegaban llamados de funcionarios y ex funcionarios provinciales, por eso entienden que, en términos políticos, “le soltaron la mano”.

Ayer personal del grupo de Recaptura dependiente del Departamento de Delitos Contra la Propiedad y Leyes Especiales realizó un allanamiento y lo detuvo en un edificio de dos plantas ubicado en Cacique Cheuquen al 1.588 del barrio Bouquet Roldán de Neuquén. El comisario inspector Carlos Gutiérrez, confirmó que el procedimiento se realizó a las 9:30 y que encontraron a Carcar mientras dormía en uno de los departamentos.

Trascendió que dos días antes los efectivos que investigaban al prófugo lo ubicaron por medio de escuchas telefónicas. Establecieron un domicilio y comenzaron a realizar tareas de inteligencia para corroborar su paradero. Pero estaba recluido en el complejo de viviendas y fue difícil confirmar su presencia en el lugar.

El único paso en falso que Carcar dio fue el lunes: se asomó por un balcón del primer piso y pudieron identificarlo desde un automóvil oficial que estaba de incógnito en la cuadra. En ese mismo momento pidieron una orden de allanamiento al Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Roca, a cargo de Alejandro Silva, y vía exhorto, el juez federal de Neuquén Gustavo Villanueva, emitió ayer las instrucciones.

El edificio en que se alojaba el ex secretario general de la Uocra es llamativo porque se eleva en un sector de casas con techos bajos, su fachada es de un color rosado vivo y tiene portones de metal negro que no permiten ver hacia el interior. Los vecinos cuentan que “se construyó hace tres años, más o menos. Era una especie de aguantadero de la Uocra”.

El rostro de Carcar era conocido en el sector porque en la época que se construyó el edificio “se veían trafics y venía mucha gente del sindicato acá, se reunían siempre. Ahora vendieron algunos departamentos y viven algunas parejas”, señaló una anciana del barrio. Al ser consultada por los dueños del complejo, la mujer mencionó que “era de un tal Ojeda”. Mismo apellido que el antecesor de Carcar, Julio Ojeda.

Roque Torres vive a menos de 100 metros y conoce desde adentro el funcionamiento de la Uocra porque “en los 90 yo formé parte del sindicato, pero siempre estuve más vinculado a la obra social porque el gremio tiene manejos que no me gustan.” El vecino aseguró que a Carcar jamas lo había visto por el barrio y no ocultó su sorpresa por lo que había ocurrido a escasos metros de su casa.

La condena

De secretario general
a condenado a prisión

El 12 de diciembre de 2012 Víctor Carcar se impuso en las elecciones de la Uocra neuquina. “Ganamos por amplio margen en todas las ciudades donde hubo urnas”, dijo aquel día. Había recibido el apoyo del entonces gobernador, Jorge Sapag.

Sus opositores pidieron la impugnación porque estaba implicado en la causa Arbos,
en la que fue condenado recién en 2014 a cuatro años de prisión efectiva.

Durante el juicio se lo acusó de desviar subsidios que el gobierno nacional otorgó al policlínico Arbos. Los hechos ocurrieron en 1999 cuando era el tesorero en la entidad. La sala III de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la sentencia del TOF.