Ceremonia austera para el exgobernador
La inhumación de Pedro Salvatori fue una celebración austera, rodeada más de amigos de militancia y de la familia que de funcionarios, y sin la estridencia multitudinaria que podría convocar en este tiempo un funcionario neuquino que fue dos veces gobernador de la provincia, y ocupó puestos de gravitancia en el comando de áreas técnicas y de planificación que motorizaron las políticas públicas del partido provincial.
Desde el interior, se presentaron en el campo santo varios intendentes y ex jefes de comisiones de fomento que lo acompañaron durante su mandato.
Se decretaron dos días de duelo, y a su pedido, fue velado sin distinciones oficiales. El diputado (MPN) Luis Sapag respondió algunas preguntas de la prensa y sólo tuvo recuerdos elogiosos para Salvatori.
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