Comerciantes preocupados por robos

Son los que tienen negocios en el centro de Neuquén, a una cuadra de la comisaría Primera. En los últimos hubo varios hechos delictivos, entre ellos un golpe boquetero, que pusieron en alerta a los dueños de los negocios de toda la zona.

Una seguidilla de hecho delictivos, en una misma cuadra céntrica de Neuquén, puso en alerta a los comerciantes. El viernes un hombre quiso engañar a una empleada de un kiosco bajo la modalidad del “cuento del tío” y durante la noche entraron por un boquete en una empresa de viajes que está en la misma vereda. Se quejan porque la comisaría Primera está a una cuadra y media, pero los robos son constantes.

“No puede ser que pasen estas cosas, ahora estamos con miedo, tenemos que trabajar con miedo. Voy a tener que ver de poner alarmas rejas o algún botón antipánico”, explicó Lucas, un joven comerciante que tiene su kiosco sobre Ministro González al 250.

La bronca del hombre se debe a que el viernes alrededor de las 20, una de las empleadas del local estaba a punto de cerrar cuando fue interrumpida por un desconocido. “Decía que venía con órdenes de mi jefe, a venderme cigarrillos de un kiosco que había cerrado. Me pidió contar la plata, y después que se la entregue. Por suerte no acepté”, relató la joven a este medio, aún en temerosa por lo ocurrido.

Para confundir a la mujer y convencerla, el sujeto tomó su celular y simuló llamar al dueño del comercio, pero mientras realizaba la maniobra la muchacha se fue al fondo del local y llamó a la esposa de su jefe: “le preguntó a mi mujer si yo estaba hablando por teléfono con alguien y si tenía que darle plata a un proveedor, porque mi empleada no sabía que hacer. Como le dijimos que no le diera nada, ella se dio cuenta que le querían robar y nos alertó”, explicó Lucas.

Al darse cuenta de la maniobra la empleada tomó coraje, corrió hasta la entrada y logró cerrar con llave, antes de que el hombre ingrese. La reacción del estafador fue de querer forzar la puerta de vidrio pero al verse frustrado en su intento de estafa, desistió y huyó.

El dueño del negocio manifestó su enojo porque “estamos a una cuadra y media de la comisaría y pasan estas cosas. Enfrente hay un negocio de ropa y la chica me pidió que estemos atentos e intercambiamos números porque tiene miedo de que le roben, la semana pasada tuvimos que correr a uno que andaba en bici robando carteras, esto parece una joda”.

Por otro lado, reclamó que “fui a hacer la denuncia y no me la quisieron tomar, porque no me habían robado. Yo me enoje y discutí con el policía que estaba ahí, y casi me meten preso a mi”, reprochó.

Por el techo
se llevaron 500 pesos

Entre las 18:15 del viernes y las 9 de ayer, boqueteros ingresaron a un local que se dedica a la venta de pasajes de colectivo y se llevaron unos 500 pesos. Forzaron una caja fuerte y rompieron parte de las instalaciones.

La sorpresa fue para los empleados de la empresa ubicada en Ministro González al 206, que al abrir las puertas del local se encontraron con un gran desorden y un hueco de un metro cuadrado en una parte del techo, que es de machimbre. La policía trabajó en el lugar pero no pudo levantar rastros dactilares.

Para ingresar al comercio, se treparon utilizando la reja que protege la puerta de entrada, accedieron al techo y buscaron una parte que es de madera y solamente está protegida con membrana aislante.

Una vez en el interior destrozaron una pequeña central de las alarmas y revolvieron todo.

Solo pudieron encontrar 500 pesos que estaban guardados en unos de los escritorios y además barretearon una pequeña caja de seguridad, pero que estaba en desuso y estaba vacía. Lo extraño del caso es que solo se llevaron la pequeña suma y huyeron, dejando varias computadoras y elementos de informática.


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