Música y calles colmadas hasta entrada la madrugada

Más de 20.000 vecinos pasaron durante la clausura. Participaron grupos de toda la región y fue definida como la comparsa más grande de Neuquén.

La música y el color, los timbales y las danzas se dieron cita ante más de 20.000 asistentes el domingo en el cierre del carnaval 2018 de Centenario. Kapanga fue la banda encargada de cerrar los festejos ya entrada la madrugada, luego de la elección del mejor bailarín y la mejor bailarina, que se llevó a cabo pasadas las 1:30. A esa hora el corsódromo local seguía siendo una fiesta total.

La alegría no tuvo freno en las dos jornadas de desfile con las 38 murgas y comparsas que llegaron desde localidades rionegrinas y del interior neuquino.

Neuquén, Roca, Cinco Saltos, Mariano Moreno, San Martín y Junín de los Andes, Cipolletti, Senillosa, Cutral Có y Plaza Huincul, Rincón de los Sauces, Centenario y Zapala con hasta cinco grupos artísticos participaron y compitieron por el baile y las carrozas.

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Los tambores que se escuchaban las noches previas a la apertura del Carnaval, durante los ensayos que se realizaron en las plazas de Centenario, fueron el anuncio de una fiesta que resultó ser la de mayor concurrencia desde que se reeditó en los últimos años.

Los tacos y las plumas fueron disputados a las bellas murgueras también por estilizados bailarines al ritmo de la zamba y de los timbales.

“La evaluación fue cien por ciento positiva: por el buen clima que nos acompañó las actividades, porque el público se sumó masivamente a la plaza del Bicentenario, porque las murgas, además de seguir con su ritmo en el escenario murguero -después de desfilar por el corsódromo- se iban quedando en las diferentes esquinas e iban tocando; esto le dio un ambiente de carnaval completo”, dijo Pablo Agüero, secretario de Cultura y Turismo de la municipalidad.

Participaron cinco grupos más que los que habían llegado al carnaval en 2017.

Además del boulevar lateral, en el que se apostaron los carritos de comida un segundo tiempo de comparsa y canto se llevaba a cabo sobre la avenida 11 de Septiembre -en las inmediaciones del corsódromo- ya que en el sector de los artesanos se montó un segundo escenario donde los artistas que ya habían desfilado, daban rienda suelta al candombe local.

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Las carrozas mostraron otra envergadura y trabajo: lucieron grandes muñecos momos, fueron soporte de bailarinas y de personajes animados, o simplemente se mostraron enormes, como la tradicional “Jaula de las Locas”, confeccionada por municipales vestidos de atrevidas bailarinas que literalmente “secuestran” a miembros del público para llevarlos como trofeo a bordo de la jaula sobre ruedas.

El dato

El “Mono” de Kapanga y el intendente Cimolai en una carroza.

Hasta las 3:30 tocó Kapanga. El “Mono”, el cantante de la banda, se sumó a la fiesta y antes de empezar el show se presentó en la última carroza del carnaval. Junto al intendente Esteban Cimolai, ambos disfrazados, saladuron al público en medio del desfile.

El “Mono” lució una remera corta y una calza que le prestó una bailarina, además de una fastuosa corona, mientras que el jefe comunal se vistió de Caperucita, o diablita roja, según las interpretaciones del público.

Todo se desarrolló en la previa a la elección de la mejor bailarina y el mejor bailarín. El concurso lo ganó Sonia Ayelén Velázquez, de Coracao Batuqueiro (Neuquén) y el mejor bailarín fue para Franklin Flores Vargas, del Salay de Bolivia (Centenario)

Desde la primera edición, la municipalidad de Centenario aporta económicamente a los grupos organizados que participan del carnaval: 5 mil pesos por grupo en el caso de los que están Centenario y alrededores, y 6 mil para los que se trasladan más de 50 kilómetros para llegar.

Las delegaciones se albergaron en tres escuelas de a localidad.

Las carrozas también lograron premio: Confluencia Zamba, Coracao Batuqueiro y Zamba Bolivia Dragón.

Para la edición 2018 se sumaron más gradas al “corsódromo”, incorporó el escenario y se modificó el trazado.

Datos

38
murgas formaron parte de la competencia que se desarrolló durante el fin de semana en las calles de Centenario.

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