De productor a consumidor, sin escalas

La segunda edición de la “feria saludable”, que busca generar un espacio de comercialización para los productores y microemprendedores familiares, se realizó ayer un ámbito que crece de lleno con el contacto directo entre los productores y los capitalinos.

A diferencia de las ferias de frutas y verduras donde los consumidores buscan los mejores precios, los citadinos van a la feria saludable por los huevos grandes y con yema rojiza, por el pollo “criado en la chacra” que pesan 3,800 kilos y casi no requiere aderezos en la cocción, y las verduras que además de frescas sean de calidad.

“Nosotros le vendíamos a Topsy, pero desde que lo compró otra empresa vendemos en ferias”, dijo Felicidad Cruz, que desde Senillosa llega con sus sales de hongos y las harinas de soja, que cultiva hace más de 20 años.

Desde Plottier, se venden los dulces artesanales producidos con lo que da la chacra: cerezas, frutillas, peras, manzanas; y la miel, lograda de flores de los frutales de carozo la chacra (damasco, ciruela y cereza), y jarilla, y molle.

“La gente busca buena calidad, pregunta cómo se produce, cómo creció, con qué se riega “ y se lleva el producto sin regatear el precio.

Gabriela hace jabones y aceites con lo que los elementos que le da el campo familiar en El Cuy; y entonces vende aceite de romero que relaja la zona afectada por una contractura y activa el cuerpo. También ofrece aceite de lavanda, que al usarlo calma los dolores y produce relajación, por ejemplo.

La actividad fue organizada en forma experimental por la mutual Soy de Mayo y la Secretaria de Agricultura Familiar de la Nación.

El evento antes era cerrado a un “grupo de compras” de asociados, pero ahora inició la experiencia abierta a todo público con encuentros una vez por mes. El próximo se pautó para el sábado 14 de octubre y se elegirá en cada ocasión el lugar para su desarrollo.

“Lo que buscamos al venir a este espacio es comprarle al productor. La verdura se ve tierna y tiene otro sabor, es otra calidad”,

dijo una de las mujeres que recorría los puestos de la Feria Saludable.