Demolieron un histórico almacén de ramos generales

Fue parte fundamental de los primeros capítulos de la historia de la ciudad de Neuquén. A pocos años de trasladarse la capital desde Chos Malal al paraje Confluencia , Máximo Hernández fundó en la esquina de Corrientes y Mitre, frente a la estación de trenes, el primer almacén de ramos generales. Décadas después se convirtió en una tradicional ferretería y después allí funcionó una pastelería, preservando siempre la histórica fisonomía edilicia de 1900. Hoy ya no existe. El emblemático edificio fue demolido casi en su totalidad. Sólo quedan de testigos del pasado dos ventanas de madera impotradas en un pedazo de pared sobre calle Mitre.

Existe en la ciudad normativa que establece que debe preservarse la fachada de los edificios históricos, si es necesario demolerlos. Esto causó indignación en el bloque de concejales del MPN. “Es doloroso ver cómo se está atropellando el patrimonio de todos los neuquinos”, dijo la edil María Eugenia Ferraresso.

Días atrás el viejo almacén fue cercado y se anunció el inicio de nuevas obras en el lugar. Ferraresso comentó que en esa oportunidad los propietarios aseguraron que se iba a preservar la fachada. “Siete días después nos enteramos que la demolición del edificio fue total”, agregó.

El año pasado el Concejo Deliberante sancionó la ordenanza 13625 que regulaba las demoliciones. La norma determina que en el caso de tratarse de un edificio histórico, para tramitar un permiso primero se debe contar con la inspección de la comisión evaluadora de preservación y rehabilitación del patrimonio municipal. “Hoy la comisión no ha dictaminado al respecto de esta situación porque ni siquiera está en funcionamiento. Esto ya fue motivo de reclamo y hemos exigido su puesta en marcha”, explicó la concejal.

“En todo trámite de autorización para demoler un inmueble, la dirección de control de obras privadas dará participación a la comisión de patrimonio cultural, la cual determinará si el inmueble o casa que se pretende demoler pertenece o no al patrimonio cultural de la ciudad o si es de interés municipal su conservación y preservación”, dice el punto 4.4.19 del artículo primero de la ordenanza. El dictamen final de esta comisión debe ser homologado posteriormente por el Concejo Deliberante.

“No podemos permitir que continúen estas arbitrariedades bajo el pretexto del crecimiento. El histórico almacén de ramos generales Máximo Hernández era parte de nuestra identidad y ha quedado sepultado bajo los escombros”, concluyó Ferraresso.

“Voy a trabajar para que se cumplan los procedimientos que permitan determinar el valor cultural y patrimonial de este y otros inmuebles”,

dijo María Eugenia Ferraresso, concejal del bloque del MPN.

La ordenanza 13625 determina que antes de una demolición se debe tramitar una inspección de la comisión evaluadora del patrimonio de la ciudad.