La morgue del Poder Judicial de Neuquén: aquí hablan las víctimas

La nueva morgue ocupa una superficie de 2.600 metros cuadrados.

No cambiaría mi trabajo”, contó orgullosa Mariana Cobos. Es auxiliar forense. Parte de su tarea se desarrolla en la sala de autopsias, donde se sumerge con sus propios anticuerpos. “Jamás me dio impresión. Para mi es bajar una persiana y trabajar lo más profesional posible. Después abrirla y listo, no me acuerdo, ya está: mi casa, mis hijas, mi familia. Esa es mi vía para que no me afecte lo que veo. Porque no ves cosas agradables, ves cosas bastante grosas, olores y la historia que viene detrás con esa autopsia”, resumió.

El cuerpo médico forense del Poder Judicial, que depende directamente del Tribunal Superior de Justicia, abandonó el ruinoso edificio de la calle Santiago del Estero 15, y funciona desde fines del año pasado en la torre de la Ciudad Judicial que está más próxima a la Legislatura. Allí se practican autopsias, pero también se realizan pericias. No es una morgue, sino una verdadera clínica forense que ocupa una superficie de 2.600 metros cuadrados.

Afuera, en el corredor Leloir-Ramón, el municipio capitalino calcula que circulan unos 26.000 vehículos diarios. Al menos hasta antes del ensanchamiento. Ningún ruido se cuela en la sala, ubicada en el subsuelo, con acceso a ambulancia. Por allí ingresan los cuerpos que sufrieron muertes violentas (por homicidios, siniestros viales) y no violentas (por ejemplo, una denuncia de responsabilidad profesional, conocida comúnmente como “mala praxis”) de toda la provincia. Hay dos mesas de autopsias equidistantes, con aspirador, ducha, filtro para evitar empapar el cuerpo, una balanza y un sistema de iluminación de campanas movibles con variación lumínica que permite advertir lesiones. De frente, un minicomponente, la melodía permitida. En el mismo sector está la cámara de frío y el laboratorio de osteología.

“La autopsia por definición tiene que ser siempre completa, sistemática e ilustrada”, explicó la coordinadora del equipo, Haydée Fariña.

Hay un estricto protocolo para el tratamiento de los cuerpos. Así lo describió Fariña: “Muy diferente a lo que se piensa, se respeta el cuerpo terriblemente. Se tiene que hacer un registro de como entra. Para nosotros es re importante ver si vino con prendas, si vino sin prendas. Las fotógrafas hacen todo un paneo del cuerpo como entra. Una vez que ellas terminan de trabajar, entramos a trabajar nosotros. Hacemos el primer examen en sucio, para ver si tiene pelos, sino tiene pelos, si hay que sacar algo, sino hay que sacar, ver la ropa. Si le sirve al criminalístico, se lo saca el criminalístico. Una vez que termina toda esa parte recién entran nuevamente las radiólogas que hacen el otro paneo fotográfico, sin ropa. Una vez que terminan eso, les hacen las placas. Tenés placas estandarizadas, si tenés alguna causa especial le pedís otro tipo de placas. Una vez que se limpia el cuerpo comienza la autopsia de verdad: ahí hacen las muestras que deben tomar, la apertura al cuerpo y el diagnóstico.”

Para la médica forense, Jorgelina Carmona, la autopsia empieza en el lugar del hecho. “A veces vamos con los criminalísticos a estudiar un auto, una vivienda donde sucedió un homicidio o un accidente. Es muy importante ver cómo encontrás el cuerpo, qué había alrededor. Todos esos rastros, indicios, la posición, si lo movieron de lugar o no. El cuerpo, como dice la gente, habla. Y en la forma en que quedó, vos ya de ahí arrancas. Lo ves cómo llega, tenés que fijarte bien, no ser arrebatado, no ser impulsivo”, aseguró. En cuanto al morbo que sobrevuela y los mecanismos de defensa que se generan, la médica se cobija en la fe: “En mi caso particular soy muy creyente y todo lo encomiendo a Dios que él me dé la sabiduría, el entendimiento para que yo aborde ese caso.”

El material que se extrae de las autopsias va a anatomía patológica. “Recibimos los órganos que el médico secuestra del cuerpo. Lo destapo y comienza la pericia anatomopatológica. Se observa, se pesa, se mide y se toman fragmentitos muy pequeños de las lesiones que uno observa. Esos fragmentos pequeños se los pone en una cápsula”, detalló la responsable del área, Andrea Roschuk, médica anatomopatóloga. Esa cápsula es la que toma la histotécnica, Claudia Barros. “Va a pasar por diferentes alcoholes, como una “cocina” de la muestra”, agregó Roschuk. La histotécnica es la encargada de la “cocción”, el montaje y el etiquetado con el número del caso. Va al microscopio y luego se elabora un informe para el forense.

Lo que se recolecta en el lugar del hecho tiene como destino el laboratorio criminalístico. “Acá se hace balística, fisicoquímico, documentología, revenidos químicos, se trabaja con armas. Vamos a la autopsia si es una muerte violenta, si el cuerpo viene con proyectiles lo sacamos nosotros y lo analizamos. Si bien podemos hacer pericias para la defensa, nuestro mayor trabajo es con fiscalía”, afirmó Cristian Lepen, que se incorporó luego de pasar 16 años en la policía . Su compañera, Julia Villalba, añadió: “A veces trabajamos en la escena del crimen, otras con lo que recibimos, y a veces hacemos segundas inspecciones y traemos nuestros elementos de prueba. Trabajamos en lo que es la parte de la dinámica del hecho; cuando amerita hacemos una convención con los médicos para interpretar cómo pudo haber sucedido.”

El equipo que realiza el trabajo

P -¿Quiénes integran el equipo encargo de las autopsias?

R- El médico forense, el enfermero y el radiólogo. Esas son las tres personas que sí o sí tienen que estar. En el caso que sea la autopsia de un menor, por ejemplo, se agrega la pediatra.

P -¿El personal de Criminalística participa?

R- La gente de Criminalística va cuando es una muerte violenta, un arma de fuego, un arma blanca, un accidente, un suicidio complicado. En esos casos participan ellos porque son los que secuestran las prendas o elementos que después van a estudiar.

P -¿Cómo es el flujo de autopsias?

R- Es cíclico, te puede tocar una semana que tenés tres autopsias por día.

P -El trabajo de ustedes no se agota aquí, son convocados a los juicios.

R- Nosotros vamos a juicio de todas las causas que trabajamos. Todo el trabajo que vos hagas está pendiente de ir a exponerlo.

P -¿Hay un horario definido para las autopsias?

R- En verano estamos de 7 a 17. En general los cadáveres que llegan por fuera de ese horario se hacen al otro día temprano, salvo que sea un bebé. Se trata de hacer las autopsias en el día, a la noche no porque no es la misma “calidad” de médico.

*Haydée Fariña, coordinadora del cuerpo médico forense

criminalística

 

Datos

223
fueron las autopsias que se realizaron en el cuerpo médico forense durante 2016, según estadísticas oficiales.
46
fue la cantidad máxima de autopsias que se hizo por bimestre el año pasado.
698
fueron las pericias clínicas que realizó el cuerpo médico en 2016, que incluyen entre otras, en domicilio, en hospital, en lugar de detención.

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