La postal de Neuquén bajo la lluvia

Barro, agua, calles intransitables, y toda clase de obstáculos para los peatones que deben transitar durante una jornada de lluvia en la ciudad.

En los barrios, las calles de ripio se tornan intransitables. El agua que desciende con violencia desde la meseta traza sus propios canales pluviales. El barro hunde las pisadas de los peatones que deben resignar la posibilidad de mantener secos sus pies.

En el centro, hay sectores en donde el agua acumulada colma la capacidad de la cinta asfáltica. Puentes improvisados con piedras, ladrillos y pallets de madera es la única posibilidad que tiene una persona para cruzar la calle Ministro González. Además deben acudir a la capacidad de efectuar un salto de más de un metro de distancia, y la habilidad especial para esquivar las olas que producen los vehículos que pisan los charcos con sus neumáticos.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios