Los Reyes Magos pintaron más sonrisas que nunca en Neuquén

Las fechas como Navidad, Reyes Magos o Día del Niño son sinónimo de obsequios para muchos niños y para los adultos es cuando se intenta sorprender o cumplir con los pedidos de los suyos.

Hay otros niños para quienes esas fechas son un día más, en los que sus realidades los alejan de la posibilidad de tener algo material que les recuerde que su infancia es ahora y la inocencia les corresponde por derecho.

Porque un juguete no es más que algo material, que probablemente al tiempo termine bajo la cama o roto en un rincón, pero la emoción, la felicidad y los buenos recuerdos marcan y viven para siempre.

Sin otra misión que lograr una sonrisa en el rostro de esos niños, los Reyes Magos recorrieron el Oeste neuquino y repartieron juguetes. Esta vez dejaron los camellos de lado y acercaron juguetes a niñas y niños de sectores carenciados, marginados socialmente o con problemas de salud.

Con las cejas levantadas y los ojos abiertos de par en par los más pequeños recibieron los regalos. Algunos más tímidos que otros, pero todos con una sonrisa cálida y llena de emoción.

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Por medio de una gestión del área Programa del hospital Heller, se realizó una colecta de juguetes para luego donarlos, no sólo en los sectores de Pediatría y Neonatología del nosocomio, sino también en la organización sin fines de lucro Un Día Diferente y el hogar de niños Nuestra Señora de la Misericordia.

Para el 24 de diciembre el hospital solicitó donaciones de juguetes para repartirlos a los niños que estaban en el Heller. Pero terminaron sorprendidos ante la gran respuesta de todos los sectores, recibieron tanta mercadería que decidieron agrandar la apuesta y salir a puertas afuera.

El director del hospital Heller, Víctor Noli, dijo que “la idea con la colecta era ver qué nos traían y repetir adentro, pero nos trajeron tantas cosas que dijimos ‘no nos van a sobrar estas cosas’, entonces empezamos a hacer todas las gestiones rápido para poder hacerles llegar a muchos más chicos todos los juguetes”.

La jefa de la división del área Programa, Silvia Gómez, expresó que “es difícil explicarlo con palabras y describir lo que una sentía en ese momento, pero veían a nenes de 6 y 8 años entregar sus propios juguetes para los niños que estaban internados, y lo más lindo es que sabían que ese era el destino”.

La jefa del área comentó que “gracias a la difusión que tuvimos tanto por la televisión, diarios y radios se acercó gente de todos lados. El jueves a última hora recibimos donaciones de Cipolletti”.

La mayor cantidad de mercadería la recibieron de dos importantes cadenas de supermercados, “pero sin el apoyo de la comunidad no hubiera sido igual”, concluyó Gómez.

“Superó nuestras expectativas, teníamos la oficina llena de juguetes y gracias a eso dijimos ‘salgamos del hospital a repartir’”.

La jefa de la división del área Programa, Silvia Gómez.

“Con el área Programa hacemos muchas actividades que la verdad, en lo personal, me fascinan y me llenan de satisfacción”.

El director del hospital Heller, Víctor Noli, evalúa las acciones sociales.

Una oficina que

mira puertas afuera

El área Programa del hospital Heller tiene una característica que la diferencia de otras y es su trabajo puertas afuera de las instalaciones. Su objetivo es el trabajo con la comunidad.

La jefa de la división del área Programa, Silvia Gómez, explicó que “el desafío es cómo darles posibilidades a chicos que son parte de sectores muy vulnerables y son marginados”.

El año pasado el área convocó a realizar un mural en el Día Internacional de la No Violencia. Y más adelante llevaron a 3.400 chicos al cine por primera vez.

“Lo más gratificante es ver la emoción y la alegría de esos chicos, porque hay muchos de ellos que no conocían el centro. Muchos de ellos no conocían edificios más altos que un piso”, indicó.

Hay planes para seguir con el reparto de útiles escolares.