Cómo es ser madre de una niña trans

Gabriela Mansilla es la mamá de Luana, la primera niña trans del país en recibir el DNI compatible con su identidad autopercibida. Ayer presentó su libro en Neuquén.

–¿Cómo te puso en jaque a vos ser madre de una niña trans?

–Luana a mí me desarmó y me volvió a armar. Yo era una piba que no tenía ni siquiera noción del colectivo Lgbti. Lo único que tenía era una niña adelante mío que me estaba diciendo lo que necesitaba. Me saqué mochilas de prejuicios, de miedos, de ignorancia, de tener un pensamiento instalado, establecido, marcado por una sociedad y cultura machista, heterosexual, patriarcal, donde todo lo que mi niña decía no era válido.

Gabriela Mansilla es la madre de Luana, la primera niña trans del país en recibir el DNI compatible con su identidad autopercibida, sin judicializar el trámite. Fue la primera, no es la única. Desde muy temprana edad su cuerpo comenzó a hablar y su madre pudo escuchar. “Se le caía el pelo, no dormía, tenía pesadillas constantes, mucha angustia. Cuando lo pudo expresar en palabras me dijo: ‘Yo, nena’. Eso fue a los dos años, cuando pudo identificarse con el mundo de las princesas, con todo lo que culturalmente se presenta para las niñas. Ya pasó tres años desde que le dieron su DNI”, contó.

“Yo nena, yo princesa”, es el título del libro que escribió Gabriela en el que cuenta su experiencia. Fue presentado ayer en la Universidad Nacional del Comahue, junto con la campaña: “Infancia trans sin violencia, ni discriminación”. Hoy estará, a partir de las 10, en el salón verde del Concejo Deliberante. La actividad fue organizada por Conciencia Vihda y Vida Escondida, con el acompañamiento del área de Diversidad de la Provincia.

Luana tiene ahora nueve años y un hermano mellizo. Su mamá destacó la importancia de la ley de Identidad de Género que en su artículo 5 permite a las personas menores de 18 años solicitar la rectificación registral a través de sus representantes legales, y con la conformidad expresa del niño o la niña. “No hubiéramos tenido quizás este lugar si no hubiéramos tenido una ley que ampare, pero Luana era Luana. Yo no sabía qué iba a hacer, pero que no iba a permitir que nadie lastimara a mi hija, eso estaba totalmente segura”, señaló Gabriela.

“Han habido avances, pero yo voy a notar un cambio real cuando nosotras dejemos de morirnos a los 35 años”, sumó Victoria Arriagada, activista trans neuquina que participa en la organización de la visita. (Ver aparte)

La ley define la identidad de género como “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento”. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia física, siempre que ello sea libremente elegido.

“No es que empieza a usar un vestido y se convierte en niña. Luana siempre fue Luana. Yo la vestía de acuerdo a lo que culturalmente se impone para los varones”,

sostuvo la mamá de Luana ayer a “Río Negro”.

Datos

“No es que empieza a usar un vestido y se convierte en niña. Luana siempre fue Luana. Yo la vestía de acuerdo a lo que culturalmente se impone para los varones”,

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