Neuquén: los trastornos de convivir en una ciudad siempre en obra

La ejecución de las grandes obras públicas en la ciudad de Neuquén genera disímiles opiniones en los vecinos quienes conviven a diario y durante tiempos prolongados, con máquinas, ruidos, pozos, calles cortadas, agua y barro.

Están quienes piensan en el beneficio a futuro y soportan estoicos los inconvenientes que acarrean las obras de gran magnitud. Y están aquellos que priorizan el presente y están furiosos por “haber perdido la tranquilidad y la accesibilidad a sus viviendas y comercios”.

En la capital neuquina se están llevando adelante cuatro obras que modificaran el entorno y la calidad de vida. La colectora cloacal que atraviesa el barrio Confluencia por calle Aluminé, un pluvial de casi 8 metros de ancho y una profundidad variable de entre 0.70 y 1.5 metros, el ensanchamiento de Doctor Ramón -Leloir y el Paseo Costero Este.

Pero no todas son recibidas de buena gana por parte de los vecinos que tienen las obras en las puertas de sus casas.

Sobre calle Aluminé donde pasó la zanja de tres metros de profundidad de la colectora máxima central, vive Mirna Surbert, dueña de un mercado. “Lo que hicieron acá es una falta de respecto. Estuvimos con la calle cortada por tres meses, en los cuales no podíamos entrar nuestros autos a los garajes y los teníamos que dejar a tres cuadras en la calle. Los proveedores no podían entrar y los vecinos no podían cruzar la calle para venir a comprar. Yo en tres meses perdí 40.000 pesos”, dijo la comerciante.

Los vecinos del sector también se quejaron porque los ruidos de las maquinarias no dejan dormir a los bebés y porque las casas están continuamente cubiertas de polvo. “Las calles eran un lago todo el tiempo, acá las napas están muy cerca, cuando tuvieron que sacar el agua pusieron un caño y derivaron el agua a metros sobre la calle. Consecuencia: la calle que no estaba cortada, estaba inundada”, agregó Mirna.

En esquina de Aluminé y Lamarque vive Adolfo Cortéz, quien todas las mañanas se ocupa de “fiscalizar” los avances de las obras. “Es un desastre, es una pesadilla que no sé cuándo va a terminar. Todos los días tenemos que retirar el barro que, desde la calle, empujan las máquinas cuando trabajan. Y si llueve las veredas se convierten en pantanos”, dijo.

Los vecinos de San Lorenzo Norte celebran la decisión del municipio de haber iniciado la construcción de un pluvial que evitará las inundaciones en calle Racedo y el desborde de las cloacas.

“Las napas están muy altas, cuando llueve suben las aguas servidas y llegan hasta la vereda de las casas. En el verano es peor porque proliferan los mosquitos y el mal olor”, contó Lidia Cotro, referente social del barrio.

El corredor vial

En la otra punta de la ciudad, en el este neuquino se avanza con el ensanchamiento de Doctor Ramón-Leloir y , si bien aún faltan un par de meses para ser inaugurado el nuevo corredor, ya genera disgustos y quejas.

Las altas velocidades, la falta de señalización y la inexistencia de cruces peatonales son un verdadero dolor de cabeza para residentes y trabajadores. “A nuestras oficinas vienen todos los días y en todo horario personas con menores, adultos mayores, personas con discapacidad y es una verdadera odisea cruzar Leloir. Cruzan siempre poniendo en riesgo su vida. Hicimos muchos reclamos al municipio pero hasta ahora no hay una solución”, comentó Paula, una trabajadora del Poder Judicial.

A metros de allí el gobierno de la provincia levanta al Paseo Costero del Este, una obra que modificará sustancialmente la imagen del río Neuquén. A unos 150 metros del lugar por donde pasara el camino ribereño se emplazan una línea de viviendas. Sus propietarios sospechan que el silencio al que están acostumbrados ya no será tal, pero aplauden la obra porque mejorará sustancialmente el acceso al río.

“Sabemos que las obras incomodan a los vecinos, pero tienen que tener en cuenta que siempre se hacen para beneficio de todos”.

Guillermo Monzani, secretario de Obras Públicas del Municipio.

Un paseo mirando

el río Neuquén

El proyecto será ejecutado por Provincia y Municipio y prevé la construcción de una rambla que unirá la intersección de las calles Illia y Leloir con el acceso al puente carretero.

El gobierno de la Provincia construirá una senda peatonal y bicisenda, parquizado, iluminación y colocará mobiliario urbano y juegos infantiles. El Municipio habilitará la calle para tránsito vehicular.

Rumbo al río. Se continúa la Leloir por el barrio Santa Genoveva.

El pluvial esperado por todos los vecinos

La Municipalidad construye un desagüe pluvial sobre calle Racedo del barrio San Lorenzo Norte. La obra conectará la laguna ubicada en el Parque del Oeste con el sistema que corre por Doctor Ramón y Racedo.

La inversión en la primera etapa, que ya está en ejecución, es de 19 millones de pesos, provenientes de recursos propios del Municipio. El plazo de ejecución es de 150 días.

Una calle subterránea en la Racedo del San Lorenzo Norte.

Una colectora central de problemas y enojos

La colectora máxima central es una de las obras más ambiciosas que, desde hace casi dos años, construye el gobierno de la provincia. Esta nueva red cloacal permitirá sumar al sistema a unas 150.000 personas más. Los trabajos comenzaron en la intersección de Leguizamón y 12 de Setiembre, atravesaron el Parque Central y el barrio Confluencia, con destino final la planta de tratamiento de efluentes cloacales Tronador.

Barro molesto en Confluencia por la colectora central.

“Es muy molesto todo esto, pero sabemos que a futuro los beneficios serán muchos. El asfalto revalorizará nuestras casas”.

Estela Nuñez, vecina del barrio San Lorenzo Norte desde hace 15 años.

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El corredor vial en la zona más codiciada

El corredor Doctor Ramón-Leloir sumará dos carriles más por cada lado, una rotonda de circunvalación en Leloir y Entre Ríos. Ya se finalizó e inauguró el ensanchamiento de Doctor Ramón y para el futuro se prevé la construcción de un nuevo cruce oeste-este en Doctor Ramón y Ruta 7. El corredor incluye el Paseo Costero del Este y conectará el centro con el puente carretero bordeando el río Neuquén.

Quién se anima a cruzar y desafiar el tránsito en Leloir.

Adolfo Cortez, vecino del barrio Confluencia, no entiende por qué a pesar de ser nuevos ya se rompen los caños de la obra cloacal.

“Algo están haciendo mal”

Lidia Cotro, del bario San Lorenzo Norte, destacó que la obra de pluviales terminará con las calles inundadas de aguas servidas.

“Hace 20 años esperábamos esto”