Neuquén: pista narco para un extraño crimen

El barrio Los Hornos de Neuquén amaneció envuelto en un manto de incertidumbres en torno a la muerte de un hombre de unos 56 años, quien fue hallado sin vida en la calle, a metros de su vivienda y con dos puñaladas. Hasta ayer no había hipótesis firmes respecto el hecho, pero el hallazgo de cocaína en la vivienda del fallecido oriento las investigaciones hacía un episodio vinculado a la venta de estupefacientes.

Los vecinos permanecían expectantes en la esquina de las calles Blanca y Peumayén, en el extremo oeste de la ciudad. Al otro lado de la cinta de peligro de la policía, a unos 20 metros, había un puñado de efectivos cubriendo el cuerpo de Ricardo Blanco (56), eran las nueve de la mañana y todavía permanecía tendido en el piso, mientras los médicos de la fuerza lo examinaban y también aguardaban la llegada de los peritos de la fiscalía de homicidios.

El cuerpo fue encontrado por un patrullero a las 7,30. En el lugar del hecho los médicos policiales corroboraron que el cuerpo del sujeto presentaba dos heridas punzo-cortantes que podrían coincidir con ataques de arma blanca, una de ellas estaba en el medio de la espalda y la otra en el cuello. El fiscal jefe Agustín García, explicó que el ataque contra Blanco se produjo en horas de la madrugada aunque no pudieron especificar el horario exacto. Lo que si pudieron establecer, con testimonios de los vecinos, fue que hasta altas horas de la noche el hombre había estado acompañado por otras personas, porque desde su hogar se escuchaba música y sus vecinos hablaban de una supuesta fiesta.

Pero el fiscal indicó que los distintos relatos que se recolectaron en las inmediaciones del barrio no coincidían en la descripción del hecho y eso generó algunas incertidumbres respecto a los motivos que originaron la aparente pelea, que concluyó en la muerte del hombre.

Por la tarde fuentes de la investigación confirmaron que las hipótesis del hecho dieron un vuelco cuando pudieron ingresar al domicilio de la víctima, donde encontraron varios bagullos con cocaína y restos de la misma sustancia sobre una mesa. Esi los hizo presumir que “Blanco se movía en ese mundillo”, indicó una fuente. Sin embargo no descartaban otras alternativas como el robo o que el ataque se haya originado tras la ingesta de sustancias.

Los investigadores no hallaron documentos personales, indicios de conexión con algún familiar ni evidencias de algún tipo de empleo estable de la víctima.